Príncipe

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Principe!

Jungkook susurro mi nombre y superpuso sus labios sobre los míos.

Los froto, mordió, chupó.

No era suficiente solo abrazarlo por lo que subí su playera y acaricié su cuerpo desnudo como loco.

Jungkook me empujo y ambos caímos al suelo, como peso muerto.

Un gemido escapó de  nuestras garganta.

Su besos se derramaron por todo mi cuerpo.

Su dulce sabor recorrió mis venas como una feliz canción de amor.

Mi miembro  comenzó a endurecerse todas mis células deseaban a este hombre.

Lo empujé apresuradamente y me subí sobre él.

Él besó mi cuello y clavícula, inhalando el aroma.

Mientras el cerebro se sumergía cada vez más en en las sensaciones el placer se volvía más intenso.

Sus ojos se volviern puro deseo , el me desea tanto como yo lo deseó a el estás semanas han sido un infierno sin estar entrelazados.

No pude aguantar y pasé mi lengua por todo su rostro.

Quiero saborear el rostro del hombre que me desea tanto como para poner su mundo al revés sólo por mi

—Ah, ah, ah, ah…

Los gemidos y la respiración agitada se mezclaban y fluían desordenadamente.

Mi corazón estaba agitado.

Movió su lengua y la dirigió hacia mis mejillas, orejas y boca.

Pronto, nuestros labios se engancharon y deslice mi lengua en su boca.

Mientras me movía encima de Jungkook me quite los pantalones y mi ropa interior.

Todo lo que tuve que hacer fue enseñar mis nalgas y Jungkook instantáneamente  las agarró para apretarlas a placer y luego sus dedos vagaron en busca de mi agujero.

—¡Ahh...!

Finalmente, un dedo ensalivado presionó mi entrada, penetró en el agujero palpitante y lo acarició por mucho tiempo.

—¡Principe! —gritó mi nombre y frotó sus labios.

Su respiración era acelerada e intensa.

El razonamiento de Jungkook desapareció.

Jungkook agarró ambos lados de mis caderas y abrió mi agujero con sus dedos.

Dos dedos gruesos entraron en mí y sacudieron mi  interior.

Cada vez que los dedos de Jungkook se estiraban, la presión se intensificaba, pero pronto se canso.

Rápidamente su rostro se volvió más lujurioso.

—… Ugh.

Jungkook gimió cuando saco los dedos y mi agujero los quería seguir succionando.

Yo estaba nervioso por la penetración había pasado un tiempo, luego su pene erecto me tocó.

—Ah… ¡Ahh! —grite, sin darme cuenta.

Su pesado pene entró en mí, extendiendo salvajemente mi interior como si estuviera a punto de romperme.

Respiré hondo, pero no logré calmarme.

Mi cuerpo  parecía arder.

Mi pecho subía y bajaba y todo mi cuerpo temblaba, no pude superar la pasión.

Caminando encima de TyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora