Rivals [Charles Leclerc] [ES]

Parte 63

La primera carrera en Baréin se pasó volando. Quedar P7 fue lo mejor que T/n y el equipo pudieron hacer en el momento, y después de todo estaba satisfecha. Pudo haberlo hecho mejor, pero la verdad es que no tenían el ritmo para hacerlo.

Fue difícil dejar a Charles en Mónaco, y odiaba que tendría que correr otra vez en Baréin la semana que viene antes de volver con él. Hablaron un poco más sobre su relación y acordaron que T/n terminaría la temporada antes de que ambos fueran a Binotto y le contaran todo sobre la relación y simplemente afrontar las consecuencias.

Pero por ahora tenía que enfocarse en otra cosa ya que estaba sentada en una reunión sobre la carrera de Baréin el último fin de semana y sobre lo que podría mejorar para el fin de semana que viene.

T/n estaba sentada al fondo sin realmente querer estar ahí, aparte de no tener mucho que decir. Estaba lejos de ser una piloto experta en F1, por lo tanto pensaba que lo mejor sería dejar que el resto hablara.

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Después de un agotador día de prensa con tantas preguntas y entrevistas, y una caminata por la pista, T/n estaba muy cansada, y solo quería volver al hotel para darse una buena ducha y caer dormida.

Se fue de la pista alrededor de las ocho de la noche después de la reunión, y estaba empezando a oscurecer. Ya que el hotel estaba cerca y T/n quería algo de aire fresco y darse un buen paseo, y se fue caminando.

Encontró un camino que atravesaba un pequeño y lindo parque. Caminó por el parque escuchando música. Vio a otra persona caminando hacia ella por el mismo camino. A simple vista parecía un chico, vestido entero de negro, pero estaba demasiado oscuro para verle la cara.

No le prestó atención y siguió caminando. Ahora el chico estaba enfrente de ella, él se detuvo y T/n pudo ver la oscuridad de verde que había en sus ojos. Él la miró, y T/n se quitó sus audífonos. "¿Puedo ayudarte?" preguntó ella y por puro instinto, dio algunos pasos hacia atrás.

De repente él saco un cuchillo, y T/n jadeó. "Dame tu dinero o te mato" exclamó él con desesperación. Pero T/n no tenía nada de dinero con ella, tan solo un par de billetes, pero no demasiado. Todo su dinero estaba en el hotel. Todo lo que tenía en su bolsa era papeles y su kit del equipo.

"No- no tenfo nada, solo unos billetes" dijo ella sacando los 40 dólares que llevaba en el bolsillo. Él se los arrancó de la mano agresivamente y continuó apuntándola con el cuchillo. "Las joyas también" gritó él apuntando con el cuchillo al collar que tenía colgando en su cuello.

Se lo quitó lentamente junto con su anillo y se lo dio. Justo cuando estaba a punto de decir algo, él la agarró de la muñeca y apretó de ella agresivamente haciendo que ella gruñera de dolor. "Por favor, no tengo nada más" suplicó ella. Él la miró con crueldad en sus ojos antes de mirar alrededor por el parque vacío.

Continuó mirándola antes de que ella se quejará de dolor y tocara su brazo cuando él le hizo un corte y empezó a sangrar. "Llévatelo como recuerdo" escupió él antes de echar a correr.

T/n presionó su brazo tratando que el corte parara de sangrar. No parecía muy profundo, pero seguía sangrando y doliendo, y cuando se encontró sola en la completa oscuridad, rompió a llorar.

Seguía sujetándose el brazo, pero no parara de sangrar y tendría que ir a un hospital o algo. Se recompuso, cogiendo su mochila donde tenía una camiseta del equipo de sobra. La rasgó y la enrolló en su brazo, asegurandose de que la sangre se detuviera, aunque sus manos, camiseta, los pantalones y su brazo ya estaban cubiertos de sangre.

Dolía, pero no se iba a morir, así que cogió su mochila y encontró un taxi que la podría llevar al hospital. "¿Estás bien?" preguntó el conductor del taxi con un marcado acento cuando vio su brazo y la camiseta que lo envolvía, a pesar de todo la sangre seguía saliendo.

"Solo necesito un hospital" respondió ella y el conductor arrancó. Cuando llegó al hospital se dio cuenta de que no tenía dinero. "Lo siento, no tengo dinero, me robaron. Pero tengo estio" respondió ella y se quitó su cadena de plata del tobillo.

Al principio el conductor no quiso tomarla porque dijo que no pasaba nada, pero ella insistió y luego se metió al hospital. "Uh, perdona" dijo ella moqueando todavía y la enfermera la miró.

Miró a T/n antes de que sus ojos cayeran sobre su brazo, "Oh cariño, ven y siéntate aquí, ahora vuelvo" respondió y T/n hizo lo que la enfermera dijo y se sentó. Por suerte era tarde, y no mucha gente estaba en el hospital. Tampoco parecía que la habían reconocido, cosa que era aún mejor.

"Ven por aquí" de repente un doctor entró a la sala de espera y miró a T/n. Era un hombre alto, algunos años mayor que ella, con una cálida sonrisa. Ella lo siguió a una habitación donde él le indicó que se sentara.

"¿Me puedes decir tu nombre?" fue lo primero que preguntó él. "Uh T/n" respondió ella mirándolo. "Hola T/n, mi nombre es Richard, y creo que lo que tienes herido es el brazo, ¿no?" preguntó él mirándole el brazo. T/n asintió y desenrolló la camiseta de su brazo revelando el corte aún seguía sangrando un poquito.

"Parece que tenemos que limpiarlo antes de que te cosa" ambos rieron ligeramente y él camino hasta el escritorio de donde sacó algunas cosas. "¿Va a tardar mucho?" preguntó T/n. "Nop, solo unos minutos" respondió Richard con una sonrisa. "Puede que esto te arda un poco" avisó él y empezó a limpiar la herida.

Ella quería gritar, pero no enfrente de él, así que se aguantó y cerró los ojos mientras él hacía todo. Luego la cosió y la vendó. "Todo listo, ¿estás bien?" preguntó él viendo que T/n había estado callada y tranquila durante todo este tiempo.

"Solo estoy cansada" respondió forzando una ligera sonrisa. Estaba agotada. Y era un enorme alivio por fin estar de nuevo en el hotel, donde intentaría ver si conseguía dormir un poco.