𝐔𝐍𝐎

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MIS PIERNAS NO DABAN PARA MAS, corría sin mirar atrás, sintiendo cómo toda mi vida desfilaba ante mis ojos

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MIS PIERNAS NO DABAN PARA MAS, corría sin mirar atrás, sintiendo cómo toda mi vida desfilaba ante mis ojos. Reflexionaba sobre lo poco que había disfrutado en este pueblo de mierda. Ojalá hubiera tenido un poco más.

— ¡Que te jodan, Xavier!















[...]



















— ¿Lo de siempre?

— Sí, por favor. — Dejé mis libros sobre la mesa y me acomodé en el cómodo sillón.

Unos cinco minutos después, trajeron mi pedido y con él llegó mi querido mejor amigo Tyler, que como siempre, tenía una gran sonrisa en el rostro.

Tyler y yo éramos amigos desde que empezamos la secundaria en el único instituto público del pueblo. Al principio, teníamos un grupo de amigos en común, pero con el tiempo algunos de ellos empezaron a meterse en problemas.

Hace unos meses, me había distanciado de Tyler por esa razón. Parecía estar siguiendo el mismo camino que los bravucones del grupo, pero siempre había sido mi amigo más cercano y le salvé el pellejo más de una vez.

— Gracias.

— Y un bizcocho de chocolate, invita la casa. — Me sonrió y se sentó frente a mí. — ¿Estudiando ya? Acabamos de empezar el semestre.

— Mejor ahora que nunca. — Di un pequeño sorbo a mi café mocha y fruncí el ceño. — Tyler, qué asco, esto no es lo que pedí.

— Perdón, es que la cafetera se estropeó y solo hay de termo.

Justo en ese momento, la máquina explotó, liberando un montón de vapor que molestó a los clientes cercanos.

— Voy a ver qué pasa. — Entró a la cocina, supongo que a buscar herramientas.

Por la ventana, vi a un hombre recogiendo manzanas del suelo; parecía que se le había roto la caja. Me levante de mi asiento dispuesta a ir a ayudarlo.

— ¡Ay la leche! ¿Tienes la costumbre de asustar así a la gente? — Balbuceó Tyler al regresar.

No podía ser, ¿Miércoles Addams? ¿Qué hacía ella aquí? Mis padres me habían contado sobre ella y el incidente de intento de asesinato en su antigua escuela.

Llevaba puesto el uniforme de aquel colegio, curioso, me acerqué a ella.

— Hola. — Saludé con una sonrisa.

Ella me miró brevemente y luego volvió a observar la cafetera. — ¿Qué le pasa a la máquina?

No podía creerlo, me había ignorado por completo.

Con mi dignidad hecha trizas, volví a mi asiento y esperé a que Tyler regresara con mi café y otro bizcocho, sintiéndome incómoda y deseando desaparecer.

FAVORITE CRIME || XAVIER THORPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora