Bloody Coincidence 《Yeongyu》

6

Beomgyu

Gemí en la boca de Yeonjun y me estremecí. Él tomó el control del beso. Se apoderó de mí. Me entregué a él con gusto, abriendo la boca cuando sentí el contacto de su lengua contra la costura de mis labios. No sabía que un beso pudiera ser tan suave y peligroso al mismo tiempo. Los colmillos de Yeonjun se alargaron cuando mi lengua lamió delicadamente uno y luego el otro. Se me pasó por la cabeza que podían sacarme la sangre en un instante. La idea debería haberme asustado, pero sólo me dio curiosidad.

Lamí las puntas afiladas, pinchándome la lengua y haciendo que Yeonjun gruñera y chupara mi lengua en su boca codiciosa.

Me agarré a sus anchos hombros, necesitando un ancla, necesitando tocarlo. Me levantó con él mientras se levantaba de su asiento. Mis pies abandonaron el suelo mientras él me acunaba en sus enormes brazos, sin romper el beso. Nos movíamos, pero estaba demasiado perdido en el beso para abrir los ojos.

Acabamos en un sofá, y una mirada alrededor reveló una espaciosa sala de estar con grandes muebles de cuero. Eso fue todo lo que pude asimilar antes de que Yeonjun me arrastrara hacia delante para darnos otro beso abrasador.

Mientras nuestras lenguas se batían en duelo, Yeonjun me guio para que me sentara en su regazo. Los dos estábamos duros y preparados mientras nos balanceábamos hacia delante y hacia atrás, haciendo chocar nuestras pollas a través de los pantalones.

Al principio, lentamente, y luego aumentando la velocidad y la presión hasta que me desesperé por quitarnos la ropa y repetir el baile desnudos.

No sé quién rompió el beso primero, pero en el siguiente segundo, estaba tirando de la camisa de Yeonjun, tratando de tirar de ella por encima de su cabeza. Necesitaba tener mis manos en su cuerpo desnudo tanto como mi próximo aliento.

Yeonjun se sentó para ayudarme. Metió la mano por detrás y tiró de la camisa por encima de su cabeza y la tiró a un lado. Le imité movimiento a movimiento y mi camisa siguió rápidamente la suya.

Recorrí con la mirada su cuerpo musculoso, preguntándome si había sido esculpido como un dios antes de convertirse en vampiro o si todos los vampiros parecían modelos de fitness una vez que hacían la transición. Era precioso. Quería lamer sus abdominales y sentir el acero que había debajo.

La luz del sol de la tarde que entraba por las ventanas era la única que había en la habitación. El efecto crepuscular era romántico y creaba unos rayos de luz brillantes que cortaban las sombras.

Mi mirada se detuvo en el pecho impoluto de Yeonjun. Tenía una pequeña cantidad de pelo tan rubio y fino que era casi invisible. El pelo más oscuro formaba una estela de bondad y desaparecía dentro de sus pantalones. Me imaginé besando ese rastro para ver lo que tenía escondido detrás de la bragueta.

El sudor se acumulaba en mi frente y la ingle me dolía por la necesidad de correrme. Tenía todo el cuerpo sonrojado. Me sentía como si estuviera ardiendo de fiebre. De repente tenía sed y necesitaba algo para calmarla. Sabía con certeza que el vampiro podía darme lo que necesitaba. Sólo tenía que poner mi boca en él primero.

Con ese objetivo en mente, busqué el botón de sus vaqueros, pero él me agarró las manos. "No hay necesidad de apresurarse, amante", murmuró y me atrajo hacia otro beso.

Yeonjun ya estaba tomando el control, dirigiendo lo que sucedería y cuándo lo haría.

Sabía que esperaba mi conformidad, pero estaba impaciente por sentir su polla deslizándose en mi boca. Empecé a protestar sólo para ver qué hacía.

Respirando hondo, reprimí mentalmente mi impaciencia.

Me di cuenta de que era más fácil decirlo que hacerlo cuando Yeonjun deslizó sus grandes manos hacia mi culo y lo apretó. Me amasó con rudeza a través de mis vaqueros y luego me atrajo hacia su dureza. No estaba seguro de poder aguantar mucho más sin intentar recuperar el control. Ya estaba gimiendo como un animal moribundo. Yeonjun tenía que dejar que me corriera y acabar con mi sufrimiento.