Parte 4- La beca

34 4 2
                                    

Seguí las instrucciones de Allison y tras subir una larga escalera llegué a la segunda planta. A mano derecha al final del pasillo estaba la habitación de Ethan. Me planté ante ella y toqué esperando una respuesta , pero mi gesto fue en vano. Esperé unos segundos y volví a tocar. Esta vez sí que obtuve respuesta , pero no de la manera que esperaba. Con un bóxer sujetando el mando de la play apareció en la puerta. A simple vista pareció sorprenderle mi visita. Intenté  hacer esto de la manera más  rápida posible pero él no me lo puso nada fácil.

Tras responder a varias preguntas sobre porque necesitaba la clave del wifi él accedió , a dármela. 

Espera un momento ahora te la traigo que de memoria no me la se—— quien no tiene datos móviles hoy en día ——comentó por lo bajo como si no le hubiera escuchado.

<<Maldito niño rico , ¿no podía darme la clave y ya está?>>

Mientras esperaba a que viniera , desde fuera eché un vistazo a su habitación , que a diferencia del resto de la casa estaba extremadamente desordenada. Seguramente no debió de tardar mucho pero a mi me pareció una eternidad.

Cuando por fin volvió , me dispuse a meter la clave. Me quedaba introducir el último dígito cuando mi teléfono se apagó. La pantalla se tiñó de negro y en el centro apareció el ícono de sin batería.

Tengo que decir que uno de mis mayores defectos es no tener batería en el móvil 

Un hecho sobre mi es que  nunca tengo batería, ni en el móvil, ni en el reloj , ni en el portátil de clase... La verdad es que es un gran defecto, pero también tengo que reconocer uno de mis mayores talentos , que es pedirle favores a la gente. No se si es por mis caras de pena o por mi labia , pero es algo que siempre se me ha dado bien. Creo que es más bien por lo primero. Recuerdo cuando de pequeña convencí a mis padres para pintar yo misma la pared de mi cuarto. Del resultado prefiero no hablar , eso si desde ese  día perdí mi gran talento con mis padres. Pero eso no significa que con el resto de personas lo perdiese , así que me aproveché de ello para pedirle a Ethan su ordenador. Él simplemente suspiró a modo de cansancio y me dio la espalda para encender el portátil que había sobre su cama de matrimonio. Al encenderlo vi que de fondo de pantalla tenía una foto con un grupo de chicos y dos chicas.

¡Maldita sea! —espeté en un tono que mezclaba rabia y dolor a la vez al ver el encabezado del email de la agencia de becas:BECA RECHAZADA

Sin pensarlo , como si estuviese en mi casa , me tumbé sobre la cama de Ethan y me llevé las manos a la cara a modo de frustración. Al segundo me di cuenta de que no estaba en mi cama, pero me sentía tan mal que me dio completamente igual. Ethan se percató de mi estado de ánimo y noté que se sintió...algo incómodo, sin sabe que decir. Me reincorporé apoyando mis codos sobre mis rodillas mientras me limpiaba las lágrimas que comenzaban a salir.

De repente noté como alguien me envolvía en  un abrazo. Al levantar la vista pude comprobar que era Ethan el propulsor de esa acción. Mi cuerpo se tensó al recibir ese cálido abrazo por parte del chico de ojos color miel. A fin de cuentas él no llevaba camiseta y podía sentir cada vena marcada en sus brazos. Por mucho que odiara a ese chico en aquel momento necesitaba un abrazo más que nada , así que nos quedamos abrazados hasta que su móvil comenzó a sonar. 

Es mi madre , seguramente querrá que bajemos a cenar——-carraspeó mientras se separaba de mi y se ponía una camiseta.

Después de eso me sentí un poco incómoda, pero simplemente bajé a cenar como su madre le había dicho en la llamada.


Hasta el final del veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora