Trueno y tormentas
Prólogo
Primero vez el relámpago, esa luz segadora; en ocasiones vez el rayo y al final viene el estruendo del trueno. Es ahora que entiendo por qué es llamado el dios del trueno.
Capítulo 1
—Peter, ¿estás despierto? — pregunto la tía May, tocando la puerta con los nudillos.
Era la cuarta vez en dos horas que había ido, estaba preocupada, pero el quería espacio. ¿Debería decir algo? Se pregunto Peter, pero no puedo traerse a el mismo a decir nada, aún no estaba preparado para decirlo en voz alta. Se quedé callado en medio de la penumbra, fue solo hasta que sintió la molestia que lo noto, había estado conteniendo la respiración en un tonto intento de fingir que no estaba.
—Es un paquete —May hizo una pausa—, del señor Stark. Yo solo lo dejaré aquí. —Su voz tembló y luego se escucharon los pasos alejándose, muy silenciosos, casi como tuviese miedo de hacerle más daño. Peter odiaba hacerla sentir mal, pero defraudar a las personas es lo único que había hecho bien en las últimas semanas o así lo sentía.
Stark...Tony, el nombre no hizo más que evocar sentimientos que había estado enterrando. ¿Qué debía hacer?, pensó. Había pasado tan poco desde la muerte de Tony. A dónde quiera que veía ahí estaba. Incluso ahora llegaba hasta la puerta de su habitación.
Exhalo volviendo a respirar y se paso la mano por la cara quitando las gotas de sudor. De verdad no estaba bien, su piel estaba pálida y unos círculos de un morado oscuro rodeaban sus ojos.
Bajo de la cama girando su cuerpo, como rodar un tronco por la pendiente, cayó al suelo.
Cuando abrió la puerta encontró en el suelo un paquete envuelto en un papel arrugado de color café, tenía la palabra Stark escrita con tinta negra. Las tripas se le hicieron nudo.
Le tomo bastante tiempo decidir que hacer, al final solo tomo el paquete y regresó hacia la seguridad de la oscura habitación donde nadie podría ver su vergüenza.
Sentado en el borde de la cama tamborilero los dedos sobre la caja. Se mordía el labio constantemente, no quería encontrar otro más de los regalos ostentosos del señor Stark, había estado recibiendo más regalos en una semana de lo que había recibido en toda su vida y eso lo abrumaba, cada regalo era tan costoso como para comprarse un terreno lleno de autos nuevos.
Sin más desgarro el papel y la abrió: dentro encontró un par de simples llaves y una nota.
Pepper Stark decía en la cara frontal. Peter suspiró aliviado y algo confundido, era la primera vez que recibía una nota de la señora Stark.
Lamento pedir esto, pero no es algo que pueda dejar en manos de cualquiera, se que debes estar pasando un mal momento, pero necesito que recojas un paquete por mi. Es un gran paquete y puede que te cueste lidiar con él. Toma del tiempo que necesites, estaré esperando.
Pepper.
El la parte trasera de la nota encontró la dirección. Miro por la ventana, una nube negra se cernía sobre la ciudad, salir parecía mala ida, pero tenía tiempo de no hacerlo y en medio de la oscuridad nadie lo vería.
Camino hasta un cajón donde quitó una tapa y alzo una vieja máscara del hombre araña, aquella que había diseñado el mismo. No estaba de humor para ser cuestionado por la IA que vivía en el otro traje.
Salió por la ventana siendo asaltado por el frío nocturno. Tuvo que recorrer varias calles antes de encontrar los primeros edificios donde pudiera colgarse.