Emerald, un chico distraído, pero observador, había dedicado toda su vida en ingerir sustancias tóxicas para su salud.
Había desperdiciado su vida por vivir en el pasado, por seguir en los recuerdos, el vivía en un mundo a blanco y negro, sólo eran él y su guitarra.
Será tal vez que no se dio cuenta de la falta que me estaba haciendo alguien como ella.
Brizheidy, una chica bajita, un poco torpe para demostrar cariño, enferma de esquzofrenia, ese tipo de niña que miras a entre la multitud, por que resalta, por ser diferente en muchos aspectos. Su frialdad era lo que la hacía diferente a las demás, ella veía el mundo como era, con sus matíces y diferentes tonalidades.
¿Quién dijo que la vida no puede cambiarte de un segundo a otro?
