-Dime, te escucho
-Russy, desde hace mucho tiempo eh querido decirte algo, pero no sabía el cómo hacerlo.
-Solo dilo, me estas preocupando.
-¿Russy tu quisieras, armar una banda conmigo?
Su pregunta me deja boquiabierto, aunque siendo sincero mi pobre corazón tuvo una leve llama de esperanza, de que ella me dijera otra cosa, pero mi emoción de su pregunta no me deja ni pensar en ello y de inmediato respondo. -SI-, ella feliz me mira a los ojos.
-¿Enserio? Tú serás nuestro guitarrista
-¿Y que se supone que vamos a tocar?
-Vamos a ser una banda tributo a todas las bandas de la historia.
-Básicamente solo vamos a tocar cosas que ya existen, Nath- digo en tono burlesco, notando su leve enojo.
-Bueno si quieres componer también lo haremos.
-¿Hay más integrantes?
-Quería que invitaras a tu hermano, para tocar la batería.
-Vale yo le digo, más tarde que visite a mi mamá.
-Y sobre el bajista, te encantara conocerlo, es un chico súper tierno, apuesto, alto y toca de maravilla, está casi a tu nivel.
Escucharla hablar así de otro hombre, me lastimo, aunque ni sabía el porqué, ella no es mi novia, pero por alguna razón me disgusto un poco.
Más tarde luego de terminar clases, deje a Nath en su casa y fui a ver a mi madre, su casa queda muy cerca ya que esta ciudad no es muy grande, bueno siendo sincero pocas ciudades de Latinoamérica lo son; al llegar y estacionar mi motocicleta, veo que justo mi hermano está entrando a la casa, lleva una mochila y su patineta en la mano, es un poco menor que yo aunque tenemos la misma altura, él tiene cabello castaño y ojos color miel, que heredo de nuestra madre, su complexión es delgada, por lo que yo me veo más grande y esbelto.
-Freddy, justo te vine a buscar
-Oh, Russ eres tú, ¿Cómo has estado?
-Bien, vengo a hacerte una invitación que no podrás rechazar- digo mientras lo señalo con mi dedo.
-Vale entra y cuéntame.
Ya adentro de la casa, lo primero que veo es a Nacho, un gato negro, casi por completo, sus patas son blancas asemejando guantes, es muy peludo, como un cepillo para sacudir el polvo, sus ojos azules, cansados, como de costumbre, me miran fijamente, el me saluda restregando su cuerpo contra mi pierna y sigue su camino por la casa.
-Russ, como estas, que sorpresa verte de nuevo, hijo mío- mi madre me recibe enseguida, ignorando a mi hermano.
-Mamá, vengo cada semana no es una sorpresa en absoluto.
-Para mí si lo es cada semana- sus palabras son tiernas y cálidas, como las de cualquier madre amorosa,- cuéntame, ¿estas comiendo bien?, ¿Cómo vas en la universidad?...- Luego de un sinfín de preguntas voy al punto con mi hermano, mientras estamos sentados en la sala.
-¿Y que tenías que decirme, Russ?
-Te necesitamos en la banda
En ese preciso instante pude ver como los ojos de mi hermano, esos ojos color miel comenzaron a brillar como nunca, su sueño desde los quince años siempre fue ser parte de una banda de rock.
-Her... Hermanito, ¿lo dices enserio?- él nunca me dice hermanito.
-Si Freddy, sabes que nunca bromeo.
-Voy por mis baquetas-Subió por las escaleras como un niño pequeño cuando esta emocionado.
...