Capítulo Único

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Hace más de 10 años que no escribía para Bleach, ¡Qué tiempos! pero por primera vez le dedico una pequeña historia a este matrimonio de viejitos que se adoran. 

Corto y simple, solo quería matar el antojo de dedicarles algo.

¡Disfruten!

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La habitación permanece sutilmente iluminada por el resplandor de la luna que se cuela desde el ventanal. Ukitake, sin una pizca de sueño aún siendo la mitad de la noche, simplemente permanece recostado en su lugar. Piensa en nada, piensa en todo.

Esta mañana tuvo una recaída, nada extraño considerando su delicada salud, y desde entonces ha estado descansando en su habitación. Durmió por horas, reponiéndose con ayuda de la medicina, y despertó en pleno atardecer... Justo cuando cierta persona vino personalmente a verlo.

El kimono rosado ondeando hacia él, con cada paso que daba, fue realmente reconfortante de ver. Olvidó dolencias, malos ratos y preocupaciones por un instante, mientras se deslumbraba con la siempre bienvenida presencia de este hombre extravagante.

La sonrisa relajada y cariñosa, que sigue alborotando mariposas en su estómago como si fuera un adolescente otra vez, acompañó la intención:

—¿Cómo estás?

—Ahora mejor.

Shunsui asintió, complacido, y avanzó para alcanzar su mano pálida que veneró con un pequeño beso. La barba le hizo cosquillas y sacudió su corazón tan rebosante de amor, haciéndole sonreír luego de este día difícil.

Ukitake ha sido un hombre débil por más tiempo del que puede contar. Y aunque constantemente lucha para no mostrarse así ante los demás, frustrado en su interior por no poder hacer más de lo que quisiera debido a su salud, en ocasiones como esa hace un lado sus inseguridades y malas sensaciones para dejarse caer en los bronceados brazos que, como siempre, lo reciben con inmenso gusto. Solo ante esta persona, única e irremplazable en su corazón, puede mostrarse tal y como se siente.

Un sonido familiar lo distrae de sus pensamientos y ahí está, el hombre que ha amado durante años durmiendo plácidamente a su lado. Es un gusto del que no aburrirse y Ukitake está feliz por esta imagen, cada vez. Se acerca un poco, cuidadoso para no perturbar su sueño, y alcanza un rizo travieso, al igual que su portador. Shunsui es coqueto y despreocupado, que con los años se ha ido volviendo más suave, añejo como el buen licor de antaño. Y a Ukitake cómo le encanta su sabor.

En sus años de adolescencia, Ukitake conoció a un compañero muy particular. Parlanchín, extrovertido y sinvergüenza, un jovencito que por donde se mirara no podía congeniar con alguien tan pacifico como él. Sin embargo, la vida misma le enseñó que los opuestos pueden simplemente atraerse. Se acercaron, se convirtieron en amigos y pronto ya eran amantes. Tuvieron su primer beso, torpe y dulce, durante sus años de estudio. Compartieron un sincero y significativo te amo ya graduados. Vivieron un inolvidable primer encuentro más adelante... Shunsui ha sido una constante en su extensa existencia y Ukitake se siente realmente dichoso. Aunque a veces holgazán y borracho, no hay persona más ideal para ser su alma gemela.

Tal vez Ukitake no sea el hombre más exitoso, pero hay cientos de buenos detalles que han compensado las carencias. Sí, es débil de salud y no puede desempeñarse como le gustaría, pero ¿Y eso qué cuando ha vivido un largo y maravilloso matrimonio conjunto a ese de quien ha estado enamorado desde su juventud? estando juntos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad.

Y enternecido de solo indagar en recuerdos tan preciados, Ukitake se acerca un poco más y marca una mejilla. Un claro y sincero: gracias por todo, te amo.

Es de esperarse que Shunsui reaccione y, perezoso, lo atrae a su abrazo. Ukitake se deja llevar, aún cuando no hay gran fuerza que lo arrastre, cómodo en el calor y la suavidad de la que está tan acostumbrado. Shunsui murmura algo que no se le entiende del todo, más dormido que despierto, y Ukitake lo compensa con un gesto más. Esta vez besa la piel descubierta del pecho con una sonrisita, donde apoya la mejilla después, más cómodo que durante su día solitario.

Ambos son adultos con grandes responsabilidades, pero Ukitake siempre encontrará placer en los pequeños e íntimos momentos como este. Solo él y el hombre que ama, abrazados y contentos.

Y el latir del corazón donde yace acostado lo relaja hasta guiarlo dulcemente al mundo de los sueños. 

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Notas finales: ¡Gracias por leer!

En medio de la noche | BleachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora