Alguna vez has deseado... ¿Ser diferente? ¿Cambiar algo de ti?
Rusia y México pedían todas las noches por un cambio de realidad. Sin embargo, no consideraban que su vida es una proyección de si mismos. Si deseaban una diferencia debían empezar por s...
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———-México-———
Si las gotas de lluvia fueran de chocolate... a mí, me encantaría estar ahí.
Siento una sequedad desértica en mi garganta. Toso y me duele el cuerpo.
—Pinche... borrachou.
Sonreí al reconocer esa voz. Hago lo imposible por abrir los ojos, pero me doy cuenta de que sería más fácil conquistar al mamon de Rusia.
— Ni levantarte puedes. Vicioso.
— Ay...—me quejo al lograr ver todo con claridad—. Por las chanclas de Moisés, güey.
— Aparte de borrachou, cristiano.
Frunzo el ceño. Concentro toda mi fuerza para levantarme y dejar de mirar al techo, sin embargo, ni levantar un dedo alcanzo a lograr.
— Güey... No me puedo mover. ¡No me puedo mover!
USA se asoma en mi espacio visual y se baja las gafas levemente. Sentí el labio temblarme.
— Has quedado lisiado.
— USA— reconozco esa voz. Es mi voz siendo usada por Rusia— no seas grosero—refunfuña y escucho sus pasos aproximándose a mi sitio.
— Ni siis grisiri.
Me giro con el potencial de mi fuerza de voluntad y ahí esta Rusia (dentro de mi cuerpo) veniendo con dos tazas de café. Las deja en lo que pienso que es la mesita de noche y se inclina para inspeccionarme por completo.
— Te pusiste muy mal.
— ¡¿Enserio?! —exclama USA sarcástico. Rusia lo ignora.
— Te levantaré.
— ¿Qué?
Y sin esperar más hace lo que dice. Se coloca un poco encima de mi subiéndose a la cama. Toma mis brazos y tira de ellos haciéndome sentar. Los huesos de toda mi corporeidad crujen y siento una liberación que va más allá de lo físico. Rusia sonríe y se baja de la cama.
— Eso estuvo raritou— masculla USA tomando entre sus manos una la de las tazas de café que Rusia trajo consigo.
— Cierra la boca ya—le dice Rusia mientras se soba la sien.
— Güey... ¿Qué paso?
— Pasó que tú, y él—apunta a Rusia—... se pusieron hasta la putua madre. Tú marcaste mi numero y me llamaste diciéndome que no sentías los pies y de fondo se escuchaba a Rusia murmurando cosas en ruso antiguo. Me asuste y rastree tu teléfono. Cuando llego al lugar me cobraron la cuenta y...
