Harry Potter Black se enamoro de Draco Malfoy, si, era cierto.
Ahora tendría que asumir la pequeña consecuencia de estar enamorado y no ser correspondido.
Saga: Pétalos y Maldición
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Crisantemo violeta
Una semana antes del sexto año en Hogwarts
Harry había pasado los últimos días del verano con Sirius y Remus, disfrutando de su compañía y tratando de dejar atrás las preocupaciones.
—Quiero que te comportes, Harry. No quiero que vuelvan a citarme al colegio —dijo Lily con severidad, mirándolo fijamente.
Harry asintió, sonriendo ligeramente.
—Y no descuides tus estudios —añadió Remus, siempre con su tono calmado.
—Lo prometo —respondió Harry mientras abrazaba a Sirius y Remus. Luego se acercó a Lily, quien le devolvió el abrazo con calidez.
—Todo va a mejorar, ten esperanza, Harry.
El chico sonrió mientras se despedía con un gesto de la mano. Al hacerlo, pequeñas chispas de colores brotaron de sus dedos. Se rascó la nuca, incómodo; su magia estaba más descontrolada que nunca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En el tren a Hogwarts
Acompañado por Hermione y Ron, Harry encontró un compartimiento vacío.
—¿Cómo les fue en el receso? —preguntó Ron mientras se acomodaba en el asiento.
—¡A mí me fue de maravilla! —presumió Hermione, sonriendo orgullosa. Luego miró a Harry para que respondiera.
—Oh, sí, a mí también... muy bien —contestó, aunque su sonrisa desapareció rápidamente.
Harry se sentó junto a Ron y, agotado, terminó quedándose dormido con la cabeza recostada en el regazo del pelirrojo.
Más tarde, Blaise Zabini y Theo Nott entraron al compartimiento.
—Harry, despierta, ya llegamos —dijo Blaise con una voz suave, como si no quisiera alterarlo.
Harry abrió los ojos lentamente y vio que solo quedaban Ron y Blaise con él.
—Lo siento. Vamos.
Los tres recogieron sus cosas y se dirigieron a los carruajes, donde Blaise y Ron lo entretuvieron con sus anécdotas de las vacaciones. Harry reía a carcajadas, al menos por un rato.