Capítulo 4

371 27 2
                                    

Harry bajo rápidamente del coche, pero él consiguió ser más rápido y corrió carretera adelante seguido de cerca por él.

- Louis no lo vas a conseguir, no podrás huir de mí – pero él seguía corriendo y corriendo hasta que vio aparecer unas luces a lo lejos.... Dios estaba salvado, venía un coche... siguió corriendo con más fuerza, pero cuando ya se sentía casi a salvo Harry se abalanzó sobre él y rodaron los dos por la pendiente de la cuneta.; el coche se detuvo arriba y alguien salió intentando atisbar en la oscuridad lo que creía haber visto. Louis intento llamar su atención, pero Harry no se lo permitió, lo tenía inmovilizado bajo su cuerpo, era demasiado fuerte para poder con él. Después de unos interminables segundos, el coche desapareció y él lo libero de su peso.

- ¿A dónde ibas?- le increpó* levantándolo del suelo

- Suéltame, solo quería ir a casa, déjame – le gritaba forcejeando.

- Cuando vas a entenderlo, no vas a ir a ninguna parte. Mírate estas temblando, te va a dar una pulmonía – dijo abrazándolo para hacerlo entrar en calor, entonces Louis vio su oportunidad y le propino un rodillazo en sus genitales que le hizo soltarlo y doblarse, pero se recuperó antes de lo previsto y cuando iba a escapar él lo inmovilizo sujetándolo fuertemente con ambos brazos a la espalda y tan cerca de él que sus respiraciones se entremezclaban, el apenas tocaba el suelo de puntillas.

- ¿Por qué has hecho eso?- le dijo jadeando por el dolor

- ¿Por qué crees?– contesto furioso mientras le resbalaban lágrimas de rabia por las mejillas.

Pero él pareció no oírlo. Se quedó mirándolo con ojos encendidos por el deseo.

- Con que eso es lo que quieres ¿No?, pues hazlo de una vez y déjame.

Harry lo beso salvajemente.

- Aun no, no hasta que tú me lo supliques. Conseguiré que te enamores de mí, ya lo veras.

Después le ato las manos a la espalda y lo llevó casi arrastras hasta el coche, porque él no dejaba de revolverse.

- Vamos Lou, tranquilo, tómatelo como unas vacaciones, cuanto más luches más tiempo estarás en esta situación.

- Pero ¿cómo puedes decir eso?, ¡estás loco! -dijo enfrentándole – Me retienes en contra de mi voluntad, me amenazas de muerte y encima pretendes obligarme a enamorarme de ti... por favor despierta de una puta vez, esto es un secuestro.

- Estas un poco alterado, será mejor que te lleve a casa y descanses.

- ¡¿Alterado, alterado?! Lo que estoy es aterrorizado. Nunca podré enamorarme de ti. Nunca.

Harry no lo podía soportar escucharla decir esas palabras, le arañaban las entrañas... y eso le llevo a sujetarlo de nuevo por el cuello.

- No digas eso jamás, ¿me oyes?, no lo digas nunca jamás -le susurró al oído con una voz profunda llena de ira.

Pero la aterrorizada mirada de Louis le hizo soltarlo.

- Será mejor que duermas un poco, mañana veras las cosas de forma distinta – y diciendo esto saco de la guantera un pañuelo y un frasco que el reconoció enseguida.

- No, no por favor, no quiero dormir, no...- pero fue inútil luchar y en cuanto el pañuelo le toco la cara cayó en un agitado sueño.

Cuando despertó, volvía a ser de día.

Sí sigo así voy a terminar adicto al cloroformo, pensó Louis.

No había ruido en la casa, pero la puerta de la habitación esta vez no estaba cerrada; salió de ella un poco mareado y con nauseas, seguía sin escuchar nada... - O.K, pues al baño, al ventanuco y a ver al perro de nuevo– pero al subir las escaleras noto como una arcada lo obligaba a correr para llegar al baño y vomitar, tenía frío y todo su cuerpo se estremecía, eso duro unos segundos y poco a poco se le fue pasando. De todas formas tampoco podía vomitar mucho, hacía más de 24hs que no probaba bocado.

—Lo siento... — Harry estaba detrás de el y con tan solo una toallita sobre su cuerpo mojado – si no fueras tan testarudo...

Sin duda está bueno, sí que lo está... ¿pero que estoy pensando? Debe ser efecto del cloroformo – pero otra nausea lo saco de sus pensamientos.

—Será mejor que.....


Increpó, Increpar: Reprender con severidad.  


Stockholm Syndrome (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora