Esta Vez [Tiago pzk]

5

FLORENCIA

Estaba en mi habitación escuchando mi música, tirada en la cama y mirando el techo, pensando en las cosas que he hecho desde que cumplí 16, cambie completamente, yo era una niña que siempre estaba en casa y le gustaba estudiar, ahora estoy metida en estupideces, me la paso fumando y saliendo, ya no me gusta estudiar pero aún así tengo muy buenas calificaciones, todo este cambio viene porque una vez me enamoré, me enamoré profundamente y no creo volver a amar así, la persona que tanto ame ya no esta en este mundo y desde que eso paso mi vida se fue a la mierda, me volví una persona tan fría y distante con todos, incluso con mis amigos y familia, pero nada volverá a ser como antes, ni quiero que vuelva a ser como antes, me gusta sentir que nadie puede dañarme, es una sensación linda...

Mientras pensaba sobre mi vida, sentí que algo choco en mi ventana, por un momento se me heló la sangre, creí que era fabio, abrí lentamente la cortina para ver quien era...

—Me acompañas? —me dijo tiago desde la calle con una gran sudadera, en sus ojos se reflejaba la luz de la luna.

...

Estábamos en el pasto del parque fumando uno, yo estaba media mareada ya y me reía fácilmente, amaba cuando sentía esa sensación.

—Estaba preocupado—me dijo mirándome a los ojos.

—Por qué?—le pregunté.

—Vi que unos hombres te subieron a un auto, trate de alcanzarlos, pero no pude.

—No fue nada, estoy bien.

—No se en que estas metida, pero cuídate porfavor.

—A mi no me pasa nada nunca —le sonrei.

El siguió mi sonrisa y me miro los labios, como si enfrente tuviera a Messi o a alguien al cual admirarias siempre, el me miraba con admiracion, no estaba acostumbrada a que la gente me mirara así.

—Se siente lindo cuando me miras, me siento especial —Le dije sin quitar mi sonrisa, cuando estoy en la nota empiezo a hablar de todo.

—Te ves muy linda con los ojos rojos, te convinan con tus labios —me dijo, el estaba en el mismo punto que yo, sus ojos también estaban rojos.

—Mi labial es nuevo, me lo compre ayer, te gusta? —le pregunte.

—Me encanta, que se siente besar con los labios pintados?—me dijo sin quitar su sonrisa y su mirada hacia mis labios.

—No lo recuerdo, ¿no quieres ayudarme a recordar?—vaya, si que me pego la mari, pero la verdad es que tenia muchas ganas de besarlo.

Se acercó y me beso, puso sus manos en mi cuello y un escalofrío recorrió mi cuerpo, pauso el beso para regalarme una sonrisa y me dijo "eres preciosa", y siguió besándome, bajo sus manos hasta mi cintura y me acercó hacia el, haciéndome sentir cada parte de su cuerpo, cuando el beso terminó nos sonreímos, nunca me imagine que besaría tan bien, este chico sabe lo que hace...

Fue a dejarme a mi casa, mientras conversamos de todo en el camino.

—Quieres pasar?, no esta mi familia.

—No tranqui, voy a mi casa.

—Porfa, no quiero quedarme sola —con el me sentía segura, tenía miedo de que fabio apareciera de nuevo.

—Te haces la más fría, pero en verdad eres como un bebé —me dijo entrando a mi casa.

—No creas que soy un bebé.

—Lo eres —me dijo riendo.

Subimos a mi habitación y le dije que se volteara para poder cambiarme al pijama, pero el voltio y me vio con solo brasier y pantalón, me sonrió y me acerqué a el...

—Se que llevamos poco conociéndonos, pero ambos queremos.

—No debí voltear, perdón —me dijo, tratando de no mirar mi brasier.

—Puedes mirar.

—No quiero mirar - me respondió.

—Seguro?—le pregunte, antes de darle un beso, el no pudo evitar no seguirmelo, me apretó la cintura nuevamente, bajando un poco más sus manos, su respiración empezó a acelerarse y empezó a tocarme desesperadamente, me senté encima de sus piernas y el me observaba como si fuera una diosa, su cara estaba iluminada y eso me hacía sentir con confianza, empecé a besar su cuello y su respiración se agitó mucho más, no podía creer lo que estábamos haciendo.

🌗

TIAGO

Veía como Florencia dormía, su respiración era lenta, totalmente diferente a la de anoche, sus pestañas largas se movían con el viento que entraba por la ventana, sus pequeñas y delicadas manos estaban en mi pecho y su cabello desordenado por toda la almohada, no quería despertarla, podría quedarme ahí con ella por siempre, pero teníamos que ir al colegio...