Soulmates: Te encontré. [1] [Terminada]

Capítulo 17

Es aterrador estar a solas con Damon porque siento que si me muevo él va a despertar para terminar lo que no hizo la última vez. Matarme.

Morgan demostró si descontento:

—Nunca la dejaré cerca de Damon —le dijo a Liam.

—En serio, crees que ella puede luchar contra él —contestó Liam.

No es un insulto, sé que no puedo, es decir, si está dormido y me da miedo, despierto seguro le diría algo como «Deja, yo sola me mato». Por otro lado, Elijah no quería irse, pero Liam le dio una mirada, eso que vi no fue fuerza, ni respeto con base en el temor, era pura lealtad. Liam me dijo que solo saldrían a verificar lo que decía.

Liam dijo que solo iban a ver si había humanos cerca, les dije que el plan de Noah es a futuro. Comprendo por qué quieres asegurar el lugar, estas son tierras de nadie.

Antes de salir Elijah me dio una mirada que me hizo mover todo y él lo sabe porque al ver mi reacción solo sonreía. Morgan hizo cara de asco, no sé si por la atmósfera de los dos —como le sucede a Luke— o porque yo le parezco repulsiva.

Damon se mueve y me saca de mis pensamientos. Cada parte de mí se congela, debo confesar que le tengo mucho miedo. Se dicen cosas horribles de este chico, hay un rumor, parece que logró infiltrarse y casi destruir el campamento Betha, pero no tiene mucho sentido porque nadie es así fuerte. No lo conozco, pero parece alguien que no dudaría en matar y nosotros seguimos vivos, hace mucho nos hubiese matado a todos.

Se ve incómodo, de su cuello salen unas líneas como si sus venas y arterias no tuvieran sangre sino un líquido dorado.

Me acerco. Tenerlo así de cerca es otra historia, no la está pasando bien. Esas líneas no solo cubren su cuello, sino que se hacen visibles en sus brazos y desaparecen.

Algo le está pasando, esto no parece normal, lo que no sé es si esto es algo bueno o malo.

—¿Qué le pasa? —susurro.

—Su don lo está consumiendo.

Una voz dulce viene de la entrada, haciendo que de un pequeño salto para alejarme de Damon, lo último que necesito es que me culpen por algo que no hice.

—Eva. —Me sonríe.

—Hola, es un alivio saber que estás bien. —Mira a Damon y luego a mí—. Después de lo que pasó.

—Sí, que bueno que también estás bien.

Se acerca a Damon, no estoy segura si tengo que alejarme o quedarme aquí de pie.

Hace algo con sus manos y las acerca al cuerpo de Damon. De ellas sale una luz blanca que recorre el cuerpo de Damon y este se relaja.

—¿Qué eres? —después de decirlo quiero golpearme—. Perdón, yo y mi gran boca.