Capítulo 40. "Escape fallido."

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POV Nicolás.

-¿Él que fue culpado de asesinato? -pregunté nervioso.

-Eso ya es cosa del pasado, ya esta comprobado que él no tuvo nada que ver con los asesinatos, ahora por favor entra y dile que salga -el hermano de Hugo me miró con molestia.

Yo solo sonreí para no mostrar que me moría de miedo.

-No esta aquí, ayer hubo una fiesta, tal vez olvidó su celular.

Christian me miró apenado, bloqueó su celular y sin decir nada más se marchó, maldición, creí que seria un gran problema, pero me alegra que no haya sido así.

Cuando estaba por cerrar la puerta, ese chico vino a mi corriendo.

-¿Podrías darme el celular? Por favor.

Asentí nervioso.

***

POV Pablo.

-No hagan ruido que igual no se escucha nada hasta arriba -Nicolás nos miró como si nos quisiera matar con sus ojos, me alegra tener un poco de tiempo para pensar en como mierda vamos a salir.

-¿Hugo? ¿Estás bien? -pregunté preocupado. Él no dijo nada, tan solo permanecía en silencio, viendo hacia donde Nico había dejado la cortadora de carne, supongo que ya se dio por vencido y sabe que nada, ni nadie lo va a salvar. -¿En serio te diste por vencido?

-No podemos hacer nada, estamos amarrados y vamos a morir, no creo que te deje vivo y se arriesgue a que cuentes todo, después de matarme seguirás tú.

Es cierto, yo lo sé, sé que cuando Hugo muera seguiré yo, pero no puedo permitir que eso pase, tengo que hacer todo lo posible por intentar salvar mi vida, yo no soy un puto cobarde como Hugo, si hay una mínima posibilidad de que pueda salir con vida de este sótano, la buscaré.

Mis manos me dolían, no podía verlas, pero era seguro que las cuerdas me estaban haciendo daño en mis muñecas, ese ardor y un poco de dolor me lo hacían saber.

-¡Detente! -la voz de Hugo me hizo detenerme. -Solo te estas lastimando.

-No voy a morir -dije y nuevamente forcejeé, una y otra y otra vez para intentar salir de este amarre. -¡Maldita sea!

-Eso es, Pablo, empuja tu silla hacia atrás, tal vez con el golpe la madera se rompa -Hugo ahora parecía tener esperanza, y eso me hacía sentirme con entusiasmo.

¿Cómo mierda voy a empujarme? Mis piernas también se encuentran atadas, no voy a poder. Respire hondo y entonces lo intente, esta vez en lugar de mover mis manos, moví todo mi cuerpo en dirección hacia atrás, pero no pude, maldita sea, tengo que poder, tengo que poder, no voy a dejar que Nico me mate, no lo voy a permitir.

-¡Ahhhh! -lo hice, me empuje lo más fuerte que pude y lo logre, mi silla cayó al suelo, pero lo que esperaba que sucediera no sucedió, y solo me estaba haciendo más daño, pues ahora todo mi cuerpo y las maderas duras de la silla estaban sobre mis brazos, lo que me ocasionaba mucho dolor. -¡Duele mucho, ayudaaaaaaa!

-Sabia que no iba a funcionar, pero al menos quise intentarlo -Hugo dio una pequeña risa que me hizo enfurecer.

-Eres un imbécil.

Lagrimas salían de mis ojos, deslizándose hacia atrás, el dolor era muy fuerte, ahora mis muñecas estaban entumecidas por la presión de todo mi cuerpo sobre mis brazos.

La puerta del sótano se abrió, lo pude escuchar, las ganas de llorar me pegaron como si un balde de agua fría se tratase, ver a Nicolás bajar me hizo saber que ya no había salvación para ninguno de los dos.

-¿Dónde está tu celular? -Nico se dirigió a Hugo.

-No lo sé, revisa mi bolsillo -dijo Hugo y Nicolás metió su mano en su bolsillo, al darse cuenta que no había nada, ahora lo metió en el otro y tampoco había nada.

-Esta aquí, tu puto hermano lo sabe, ahora dime donde esta o te juro que vas a sufrir mucho.

¿Qué? ¿Escuché bien? El hermano de Hugo esta aquí, una sonrisa se dibujo en mi cara, pensé en gritar, pero Hugo me hizo detenerme.

-Está en esa bonita habitación allá arriba, estaba por follar con esa chica y después nos dijeron que la fiesta había acabado, no me dio tiempo de tomarlo.

Nico sonrió y se fue corriendo de aquí, no entendía nada, pero parecía que Hugo tenía un plan.

-A la cuenta de tres, vamos a gritar lo más fuerte que podamos, esta casa no es anti ruido, nos tiene que escuchar -ordenó Hugo y entonces respiré hondo y el conteo comenzó. -uno, dos, tres...

Grité lo más fuerte que mi garganta seca y adolorida pudo, Hugo hizo lo mismo, auch.

-Otra vez, otra vez.

Yo asentí y nuevamente volvimos a gritar, grité lo más fuerte que podía aunque me doliera mi garganta, aunque sintiera que se me estaba desgarrando. La puerta se abrió de golpe, pude escuchar unos pasos descendiendo las escaleras, me asusta que pueda ser Nico.

-¡Mierda! ¿Qué hacen aquí?

Era el hermano de Hugo, maldita sea, que bien que funcionó, él se acercó hasta mi y en un movimiento rápido mi silla ya estaba parada, mis manos dejaron de sentirse entumidas y pronto ya podía mover mis dedos otra vez.

-No hay tiempo, tenemos que salir, no falta mucho para que se dé cuenta que mi celular no esta arriba, si no aquí abajo -Hugo se miraba asustado.

Pero su hermano en vez de iniciar con él, comenzó a desatar mis manos, ya podía moverlas, maldición, no puedo creer que estoy libre, lo logramos.

-Yo libero mis pies, ayuda a Hugo -dije rápidamente, me sentía como si el tiempo fuera demasiado rápido y mis movimientos fueran lentos, estaba mareado, pero aun así estaba desamarrando mis pies, pude liberar uno y entonces levanté la mirada.

No podía creer lo que mis ojos veían, era Nicolás, venia hacia nosotros, su cara mostraba molestia, estaba demasiado enojado, se había dado cuenta que Hugo lo había engañado, mi segunda pierna fue liberada y me puse de pie.

-¡Cuidado! -grité, antes de que el hermano de Hugo pudiera voltear, Nico ya se encontraba a centímetros de él, con ese inmenso cuchillo a punto de atravesarlo. -¡Nooooo!

El cuchillo lo atravesó y Nico dio un girón, lo que hizo que Christian cayera encima de su hermano, ambos se miraron a los ojos y Hugo comenzó a gritar mientras la sangre que salía de la boca de Christian le caía encima.

-Nadie podrá escapar -la mirada de Nico se posicionó en mí, mis manos estaban temblando, estaba tan cerca de salir de aquí, puedo correr y dejar a Hugo aquí, no importa nada ahora más que salvar mi vida. -¡Pablo, ni se te ocurra!

Negué con la cabeza mientras unas lagrimas bajaban por mis mejillas, tomé aire y corrí, pude esquivarlo.

-Hijo de puta.

Nicolás venia detrás de mí, creí que lograría escapar, pero llegando al final de las escaleras, tropecé y caí de cara contra el suelo, intenté ponerme de pie lo más rápido posible, pero un fuerte golpe en mi espalda me lo impidió.

-No me mates -dije llorando, pero ya era demasiado tarde, un fuerte dolor comenzó a expandirse desde mi espalda, sentía una sensación extraña, el cuchillo estaba dentro de mí, pero no por mucho, pues Nicolás lo sacó rápidamente. -Por favor.

Una de sus manos me tomó del cabello, empujando mi cabeza hacia atrás, veía borroso, sentía mucho dolor y ardor por todos lados, miré la cara de Nico antes de que deslizara el cuchillo por mi cuello.

***

POV Nicolás.

La puerta principal se abrió, yo me encontraba aun sosteniendo la cabeza de Pablo, el cuchillo seguía cortando parte de su cuello.

-¡Ay Dios, ay Dios, mío. noooooo!

Evan y Danna estaban observando todo.

-¿Qué mierda hiciste? ¡Pablooooo!-Evan comenzó a gritar.


Solté la cabeza de Pablo y me puse de pie de inmediato.

Soy Un PsicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora