u n o.

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─Eh, Sara.

Otra vez no.

─Saritaaaa.

Díganme que no me ha llamado por mi diminutivo.

─Eh, tú. La que tiene nombre de tienda de ropa.

¡Ni siquiera se escribe así! Hasta aquí llegamos.

─Auch, ¿había necesidad de recurrir a la violencia?

Dime tú.

─¡Ese lápiz pudo caerme en el ojo!

Debería tomar clases de puntería.

─Bah, ¿por qué no me hablas? ¿Tu mamá no te ha dicho que ignorar es de mala educación?

¿Y la tuya no te dijo que lo es interrumpirme mientras te ignoro?

─Sara, por favor. No sabes para qué te estoy llamando.

Como si no conociera tus egoístas propósitos.

─¡Así que no te habían comido la lengua! ¿Y si te digo que tendrás algo a cambio?

¿Qué necesitas?

─Ajá, y yo soy el de egoístas propósitos.

Cállate. No, mejor, habla claro.

─¿Le pasas esta nota a Valeria?

¿Cuál es la palabra mágica?

─¿Por favor?

Hablo de mis ganancias, tonto.

─Ah, pues no sé.

Que se quede con las ganas.

─¡No vuelvas a ignorarme!

Esto podría ser divertido.

─Anda, pues si lo haces te paso el número de Federico.

...

Oye, Valeria. Sebastián te manda esto.




 

n/a: ¡Heeey! No sé, pero algo me dice que me divertiré mucho escribiendo esa historia JAJA. ¿Creen que Sara esté algo desesperada? e.é Es mi primer escrito narrado solamente en forma de conversación y me encantaría saber qué les parece. ¡Muchísimas gracias por el apoyo que he recibido desde que publiqué el prólogo! Les espero en los comentarios<3. 


Desde el pupitre del medio (DISPONIBLE EN PAPEL).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora