e n t r e v i s t a | s e b a s.

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─Ya saben, chicos: respiren profundo, sacúdanse la pena, no hay nada que temer ─hice un gesto con mis manos, aclarando mi garganta y poniéndome en el papel de presentador─. ¡Volvimoooooooos!

Pude ver cómo se incorporaban en sus asientos. Creo que no se esperaban ese grito.

─Gente, ¡es un gusto estar de vuelta! ─dediqué mi mejor sonrisa a la supuesta cámara y acompañé el saludo con un ademán─. Después de este breve descanso, ¡volvemos con las pilas puestas! ¿O no es así, muchachos?

Silencio y caras de póker fue lo único que recibí a cambio. Nada para variar.

─Vamos, alumnos míos, ¿acaso no están emocionados? ¡Seguimos con las entrevistas! ¡Y en directo!

¿Era yo o incluso se podía escuchar el cantar de los grillos? Sería realmente extraño, considerando la ubicación de la escuela y el clima que hacía... ah, cómo no. Solté un suspiro antes de mirar al "grillito".

Cri, cri, cri, ¡empiece de una vez, profesor! Sé que las lectoras se están muriendo por saber más sobre mí, no atrase el asunto pude ver cómo Sebastián Pons guiñaba un ojo a su compañera Sara y acomodaba sus brazos detrás de su nuca.

─Muchachos de ahora ─carraspeé antes de proseguir con la bienvenida─. Ahora arruinada la sorpresa, supongo que no es necesario anunciar que el siguiente entrevistado será Sebastián Pons. Sebastúpido para algunas, Sebas-oh-por-qué-eres-tan-lindo para otras y mi alumno payaso por excelencia. ¿Qué tiene para decir, joven?

Mire, profesor. A mí no me venga a hablar de usted, ¿bien? Tutéeme todo lo que quiera, que estamos en confianza.

Entrecerré mis ojos, nada asombrado por su descaro. Supuse que lo mejor sería ignorarlo.

─Parece que tienes un gran séquito de fans, ¿qué te parece? Yo no tenía de esas a su edad ─seguí, en cambio.

Bueno, no me sorprende. Digo, usted es usted... ¡y yo soy yo! se giró hacia Sara, casi esperando a que ésta estuviera orgullosa de sus palabras, pero recibiendo una mirada fulminante─. Aunque me basta y sobra con mi fan preferida.

─Vale, fingiré que no me has faltado el respeto y seguiré con mi trabajo ─carraspeé─. ¿Te consideras un chico guapo?

Tengo ojos y espejo, lo demás queda claro alzó sus manos, como si fuera inocente del propio hecho.

─¿Por qué eres tan lindo, guapo y tierno? ¿Me das un beso? cité, ahora con un tono divertido. Definitivamente la juventud de ahora se pasaba de sinvergüenza.

Profe, déjeme decirle que usted me cae bien y todo, pero tampoco es que yo pueda venir a darle un beso frente a mi novia Supongo que mi expresión le dio a entender que no estaba para bromas─. Lo mismo aplica para las fans, aunque hay Sebas para todas movió los brazos en un paso de baile improvisado. Me imagino que eso es lo que está de moda. Y lo demás... culparé a los genes, o la herencia. Aunque no sepa en realidad la diferencia.

─Menos mal que no soy profe de biología ─negué con la cabeza, a punto de alzar la mirada al cielo y gritar "¿Por qué los niños ya no aprenden?"─ ¿Cómo se consigue a un chico como tú? ─salté a otra pregunta para ahorrarme un comentario.

Vale, ¡si supieran que es sencillo! rió entre dientes─. Lo único que deben hacer es mandar "SEXY SEBAS" al 555 y un tocayo así de guapo aparecerá en sus puertas.

Desde el pupitre del medio (DISPONIBLE EN PAPEL).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora