Como el aire... PRAPAIxSKY [KINNPORSCHE LITA] TERMINADA

A Llorar

Dejé las flores sobre el altar. Nunca había estado en el funeral de nadie que no fuera de la familia o de nuestros guardaespaldas. No miré la foto del altar, porque no habría podido controlar mis emociones, habría vuelto a ese día y nadie en ese funeral quería verme a mí perdiendo el control. Oré lo más simple que pude recordar. Papá también oró. No podía creer las cosas que yo hacía por amor y las cosas que él hacía por miedo a Pa Porsche. Había sido su idea que pa Kinn viniera conmigo al funeral. En fin, no podía creer que yo estaba en ese lugar.

— Ya no quiero estar aquí.

Solo un par de personas lloraban, entre ellas su papá. Se veía viejo y débil. Una señora de bastante edad, quizá su abuela estaba frente a la foto, con actitud digna, como si no le importara que su nieto hubiera muerto. No quería esta clase de ambientes. Papá me entendió y me ofreció su brazo para apoyarme.

— Volvamos al hospital.

A pesar de que mi herida no había sido grave, todavía tenía que descansar y procurar que no se abriera. Había estado demasiado cerca de una vena y mis papás querían que yo descansara lo más posible. Yo también quería descansar. No habría venido de no ser por Sky. Miré por la ventana mientras volvíamos al hospital. Nunca había estado tan cerca de la muerte como hacía tres días. No había pasado tanto tiempo, pero todo se veía distinto, se sentía distinto.

— ¿Por qué no te vas de vacaciones? Puedes irte a nuestra casa en la playa y terminar de recuperarte allá.

— No, quiero quedarme aquí.

— ¿Es por Sky?

— No vayas a empezar a regañarme ahorita — pedí.

— No te voy a regañar. Solo preguntaba. Yo también quiero decir que lamento haber dudado tanto de Sky. Tal vez si yo hubiera sido un poco más flexible, esto no hubiera sucedido.

— No importa mucho ahorita — negué con la cabeza, no me gustaba pensar en todas esas variantes de un pasado que no se podía cambiar —. Solo quiero llegar al hospital ya.

— Claro que sí importa. No eres solo un heredero, eres más importante que eso. Eres mi hijo, quiero que seas feliz, queremos que seas feliz. Y a veces no sabemos cómo hacértelo saber. Eres nuestro milagro. No nos esforzamos por traer un heredero a este mundo, queríamos formar nuestra familia, aunque nos dijeran que las familias eran diferentes, te queríamos antes de que llegaras. Amábamos la idea de un hijo, de nuestro hijo, y después naciste y ya no eras solo una idea. Eras una personita creciendo, una personita que crecía tan rápido que... cuando creíamos que teníamos resuelto el asunto de ser papás, todo cambiaba y teníamos que comenzar de ceros.

Se me escapó una lágrima y me la limpié rápido. Casi nunca podía escuchar a papá hablando tan sinceramente de sus sentimientos.

— Estoy feliz de que estés vivo, muy feliz, Pai.

— Yo también estoy feliz de estar aquí, pa, de ser parte de nuestra familia.

No hablamos más hasta que llegamos al hospital. Papá me llevó hasta una silla de ruedas y él mismo me llevaba en la silla. Tomamos el elevador hasta las habitaciones VIP y fuimos a mi habitación. Papá Porsche estaba al lado de la ventana, Namtan y Rain estaban jugando algo en sus celulares.

— ¿Cómo te fue en el funeral? — preguntó Pa Porsche.

— Bien. Estaba su papá y una señora que creo que era la abuela. Lo van a cremar hoy mismo. Pagamos por todo.

— Eres muy amable — dijo Pa Porsche y se me acercó para ayudarme a ir a la cama.

— Lo hago por Sky, si no hacía eso estaría enojado — miré al otro lado de la habitación.