Capítulo 5

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Los riachuelos del Reino de Luna, aquellos que por la noche se iluminan por las piedras lunares que habitaban en las profundidades de estos mientras que por el día los disfrutables paisajes se lucían en sus tonos verdosos que encantaban la mirada de los pobladores. Aquellos bellos riachuelos eran los favoritos de Tae-hyung, cada que tenía la oportunidad de viajar al Reino de Luna ya sea por trabajo o por simple disfrute visitaba los riachuelos y bebía de ellos por sus propiedades curativas que presumen los pobladores del reino.

Tae-hyung amaba esos riachuelos de la misma forma que amaba la voz de Yoongi cuando tarareaba canciones que solo él podía conocer. La voz del alfa era gruesa a comparación a la de su esposo, no era tan delicada como las personas que solían cantar las melodías pero al menos le causaba la tranquilidad que tanto necesitaba.

—Todavía recuerdas la canción —dijo Tae-hyung con la voz apagada, tenía el cuerpo deshidratado y eso se podía ver a través de sus secos labios.

—Cómo olvidarla, yo la hice —respondió Yoongi causando que el omega soltará una leve risa —¿Cómo estás? Cuando te encontré no te veías bien.

—Desde hace tiempo no estoy bien.

—Mi querido Kim ¿Cuando estuviste bien? Siempre fuiste un loco desquiciado.

—No me lo recuerdes.

Aunque no lo parecía, ese alfa y omega eran parecidos en muchos sentidos de la palabra y tal vez por eso se entendían a la perfección. Ambos habían pasado por eventos traumáticos, ambos alguna vez amaron con locura y fueron traicionados de la forma más catastrófica posible. Pero había algo que los unía a ambos, era algo más fuerte que cualquier sentimiento que podría existir. Era algo monumental que sobrepasaba los límites de la locura, un secreto que llevarían guardando cual tortura por el resto de su vida.

Y solo por eso Yoongi se daba el lujo sostener la mano de Tae-hyung con cariño, tal cual lo había hecho desde años cuando la vista del rey estaba en otra parte. La piel del omega estaba fría a pesar de aún tener fiebre, no tenía sentido alguno pero siendo sinceros, el sentido común no iba de la mano de alguien como Min Yoongi. Su mirada únicamente puesta en el castaño de cuerpo débil; a pesar de tener los labios resecos, la piel tan pálida como la de un muerto y estar en pocas palabras: hecho un desastre, se veía hermoso ante la mirada de un hombre con memoria.

—No me mires así —le pidió Tae-hyung —Me haces creer que aún te gusto.

—¿En qué momento me gustaste? Recuérdamelo.

—Si no era yo, entonces era Seokjin. Pero siempre que estábamos contigo tus ojos brillaban como si estuvieras enamorado, así que dime, ¿Era Seokjin o yo?

—La fiebre te hace delirar.

—Tal vez —le dijo en medio de débiles risas.

—Debes tener hambre, voy por algo de comida para ti, no te vayas.

—¿A dónde iría?

Por un momento la idea de ir a dejar a Tae-hyung al palacio real paso por la mente de Yoongi, sin embargo, no lo hizo debido a las millones de explicaciones que tendría que darle a Jung-kook. Las horas pasaron desde que su alteza llegó a la mansión del general de su reino siendo resguardado únicamente por omegas debido a que su ciclo de celo estaba cerca y Min Yoongi no podía arriesgar la integridad del omega al encargarlo a alfas desconocidos. 

The King Weakness - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora