SERPIENTE, CONEJO, Y LO JUSTO.

SENTENCIA DE UN OREJÓN

- Quiero ser bueno y dejarte ir con vida ¿Por qué sigues hablando conmigo? Que molesto eres
-No eres la primera que lo dice ¿Sabes?
Soy tan errático, nadie me tolera, y ahora ¿ni siquiera ser devorado merezco? Que injusto es todo. No soy así de detestable, estoy seguro
-¿Cómo estás tan seguro? Si corriste hasta acá escapando, es por que alguien te odia tanto que debes estar a kilómetros ¿No debería ser eso prueba suficiente de que mereces ser tratado así?
- ¡No! Yo veía por mi. El ver por uno mismo sobre los demás lo hace cualquiera, no debo ser amable con los que no lo son. No debo ser leal a los que no lo son. No debo tratar con decencia a quien no lo merece.
- ¿Pero quién te crees para saber si alguien merece un trato y otro? ¿Quién te ha nombrado a ti juez, jurado o verdugo?
Eres un conejo egocéntrico y soberbio que no se hace cargo de las consecuencias de sus actos
- No me avergüenzo de lo que hice, ya que era lo necesario, pero una serpiente miedosa no lo va a entender. El se ganó lo que le hice, pero yo no merezco vivir huyendo.
-No me digas que estás tan cegado, que te enojas por llevar la vida que te ganaste con tus actos. Deja de lado tu burbuja de autocompasión, conejo. Enfrenta lo que sea que hiciste