Rey Mercenario - Danmachi [En pausa]

22. Es tu turno

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Había bastantes cosas que una persona podía realizar en su día y un aventurero añadía bastantes cosas más a la lista, sin embargo, Alfia no podía suscitar su propia paz mientras estaba en la Iglesia.

Alfia podía pasar tiempo con su sobrino, no obstante, ella prefería esperar a que Bell regresara y pasar tiempo con él. Desafortunadamente, Bell tenía sus responsabilidades como aventurero y el reciente incidente debía ser resuelto.

Bell se había ido al Gremio a dar el aviso de su aumento de nivel a su asesora, mientras que Alfia no podía estar más sorprendida y orgullosa de hasta donde había llegado el hijo de su hermana.

Aun así, Alfia no podía juzgar lo que Bell hiciera, después de todo ella decidió no ir al lado Bell y eligió convertirse en un mal para que los héroes la derrotaran y se alzaran nuevamente.

Esa decisión fue más difícil de lo que se escucha. La última de las Tres Grandes Misiones exigía un héroe, alguien que pudiera derrotar a la calamidad viviente antes de que esta azote el mundo y por eso los héroes eran aclamados.

No obstante, como todas las demás personas, Alfia no sabía lo que sucedería en el futuro y apenas pudo vislumbrar lo que había logrado antes de morir en el calabozo. El Dios que ella acompañó fue devuelto al cielo y su compañero murió derrotado.

Ellos murieron como villanos para volver poderoso a Orario.

Una actuación que los catalogo como despreciables por los actos que hicieron, pero su decisión nunca vacilo hasta su final. Ellos siguieron sus creencias como lo habían hecho desde el principio, ignorando la fama y siguiente su determinación.

De igual modo, Alfia tenía muchos arrepentimientos y uno de ellos era no cuidar al hijo de su hermana alegando que ella no era digna de cuidarlo por elegir sus creencias sobre del niño, sin embargo, Alfia se preocupa por Bell y por eso ella estaba ahí dispuesta a escuchar al niño y contarle sobre muchas cosas.

Lo que Alfia no podía calmar era ese sentimiento de disgusto hacia sí misma cada vez que recordaba los sucesos de hace 7 años mientras caminaba por Orario. Ella no podía simplemente ignorar eso.

Resumiéndolo para hacer a Orario más fuerte, Alfia se convirtió en un villano y eso conllevo a que ella hiciera actos atroces en la ciudad, llevándose muchas vidas inocentes en el proceso.

Las manos de Alfia estaban manchadas de sangre y ella misma lo sabía. Alfia hizo una acuerdo silencioso con Albert de nunca menciona la era oscura, también ella se tiño el cabello, cambio su vestuario y se puso lentes de contacto.

Alfia no quería cambiarse, ella apreciaba su apariencia, sin embargo, ella lo hizo por dos razones.

La primera de las razones fue que Alfia no podía tener su apariencia sin que el riesgo de que ella sea descubierta estuviera presente y por eso Alfia se tiño el cabello de rubio y se vistió con otras ropas.

Como Alfia ya no estaba sufriendo por su enfermedad, ella podía ver con claridad y el silencio no era tan irritante como antes.

La segunda razón fue que Alfia estaba siendo obligada por Albert para ocultarla. Alfia no podía decirle un no a una orden de Albert y si ella se negaba con fuerza, Albert respondería con una fuerza mayor.