izuku Midoriya y nejire hado son dos estudiantes y aspirantes a héroes, que ya tienen sus respectivas parejas. pero debido un pequeño asidente, descubrían que talvez sus parejas actuales no son sus almas gemelas como ellos pensaban y se embarcaran...
-eso es tu castigo por hablar tan coquetamente con la vendedora de los tiquetes del metro jumm...
-ya te dije que solo la saludé... bueno dejemos ese tema... siento que no llegara a ningún lado. Y lo otro es... ¿por qué te estoy llevando en mi espalda?
-jiji eso fácil, me sentí muy cansada debido al estar corriendo toda la tarde para comprar todas las cosas que nos gustaron y vi tu espalda que se veía muy cómoda y gradé. Así que aquí estoy.
-¿enserio estas cómoda hay?
-se. es Mucho más cómodo de lo que crees, además puedo escuchas los latidos de tu corazón y eso me relaja mucho... me volveré adicta a que me cargues así.
-eso me suena... ¿que se volverá diario no?
-jiji se. Adoro estar muy cércate de ti ¿raro no? Ya que nunca me imagen que yo me... me empeñara en estar junto a alguien como lo quiero hacer contigo.
-lo mismo pienso de ti... aun con ochacco... siempre mi mente siguió concentrada en entrenar y volverme más fuerte, para ser el héroe número uno, pero... ahora siento que ese sueño seria aburrido y zozo, si no estás tú a mi lado.
la verdad... tu nejire hado as empezado a cambiar mi vida para mejor. desde que tuvimos nuestra primera salida con eri, mediste el valor para afrontar mi pasado y tener más confianza en mí mismo. Por eso quisiera que estuvieras siempre a mi lado...
-baka –expreso una sonrojada nejire por aquellas palabras del peliverde, que causaban que su corazón se acelerará -yo también quiero que estes siempre a mi lado zuzu, porque tú también as echo grandes cambios en mí y en mi forma de ver la vida –la chica se bajaría de la espalda del peliverde para ponerse frete a él, mientras yacían perdidos en los ojos del otro. empezarían a acercarse cada vez más para besarse, pero...
-por favor chicos continúen quiero sabe más del tema –expreso con seriedad una señora bajita peliverde, que se encontraba apoyada en la puerta del apartamento. Ya que, por estar inmersos en su pequeño mundo, no se habían dado cuenta que habían llegado a su destino ase un buen rato.
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-¡okasan! ¿Cuánto tiempo llevas hay?
-cómo era tarde y dijiste que vendrías me preocupe y me asome a ver si te veía por ahí. Y grande fue mi sorpresa al visualizarlos a ustedes dos cuando les faltaba cuadra imedia para llegar. el cómo venían en su pequeño mundo y ella muy cómoda en tu espalda... Ustedes dos tienen mucho que explicar y quiero la verdad –pidió con un tono frio, pero amigable, mientras señalaba dentro del apartamento, para que los dos adolescentes entraran.
