Formando una familia.

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A las afueras del monte paoz, en una zona muy bonita y despejada, esperaba cierto androide, rodeado por sus ya impacientes hijos. 

- Papá, ¿donde esta la persona que dijiste que vendría a entrenar con nosotros? - Pregunto uno de los pequeños Cells. 

- Si, ya se esta tardando bastante. - Agrego su hermano. 

- Mmm... Me estoy impacientando...

Se quejo otro de los pequeños con desgano, mientras que los demás correteaban y jugaban por todo el lugar. 

- Sean pacientes, ya no debe tardar en venir. - Les respondió su creador con total serenidad, aunque por dentro estaba igual de impaciente que los pequeños. 

<<¿En donde estará ese mocoso? No me digas que su madre no le dio permiso de salir, si es así lo mato.>>- Pensaba Cell, mientras que aparentaba estar tranquilo ante los pequeños para que estos no se pongan mas inquietos de lo que estaban. 

Al paso de unos segundos todos comenzaron a percibir un ki que se acercaba, el cual Cell supo de quien se trataba. 

- Ya esta aquí. - Informo a sus descendientes, los cuales se habían detenido ante la presencia de energía.  

- ¡Por fin!, ya me estaba aburriendo. - Festejo uno de los Cells juniors junto a los demás. 

- Recuerden comportarse. - Determino el mayor con autoridad. 

- ¿Por que lo dirá? - Pregunto en voz baja uno de los pequeños a sus hermanos. 

- Ni idea. - Respondió encogiéndose de hombros. 

- Papá dijo que por su apariencia. - Le respondió el otro. 

- Mmm... ¿Su apariencia? - Penso en voz alta y arqueando una ceja. 

Sin mas los siete juniors esperaron pacientes la llegada del compañero para el entrenamiento. Aunque por otro lado también se sentían nerviosos y confundidos por la advertencia que les había dado su padre. Sus ojos expectantes de pronto se encontraron a lo lejos con un joven de cabellera negra y traje morado.

 Los pequeños quedaron atónitos ante tal desplegamiento de belleza que tenia el muchacho. Este mientras tanto los buscaba con la mirada, hasta que los vio y rápidamente descendió hasta donde se encontraban. 

- Hola Cell - Saludo el medio saiyajin con una amplia sonrisa.  

- Ya me preguntaba en donde demonios estabas. - Respondió Cell, soltando un suspiro de alivio.

Aunque trataba de sonar serio y desinteresado, en realidad estaba muy contento de que Gohan por fin llegara. 

- Lamento la demora, es que mi mamá solo me dejaba salir si mi papá y yo lavábamos los platos. - Explico mientras sobaba su nuca con un leve sonrojo en sus mejillas. 

Aquello deslumbro aun mas a los pequeños Cells. Y su progenitor no se quedo atrás.  

- Como sea, no me interesa ¿Ya podemos comenzar? - Dijo el androide, apartando la mirada para esconder su reacción.       

- Si - Asintió el pelinegro con una sonrisa. 

Al instante este volteo, fijándose en los pequeños que lo observaban con admiración, las mejillitas sonrosadas y corazoncitos en sus ojos. 

Nuevamente una bella sonrisa se formo en el rostro de Gohan. 

- Ah, ellos tus hijos, ¿verdad? - Le pregunto al mayor. 

- Si, ya te había hablado de ellos. - Respondió, esforzándose por sonar serio.  

- Vaya, son idénticos a ti. Y ahora que son buenos se ven muy adorables y bonitos. - Comento volteando a ver al mayor, el cual estaba un tanto nervioso por las reacciones de sus hijos ante los halagos y presencia del saiyajin. 

One-Shots Cell x GohanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora