CAPÍTULO IV
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MALDITOS TOMATES
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Mañana soleada, calles abarrotadas, en resumen, un día normal y corriente en la Aldea de la Hoja.
-No, este no.- Se escuchó en uno de los puestos cercanos del mercado.- Ese tampoco es.- Tras esa frase se oyó un suspiro de desesperación por parte de otra fémina.
-Solo es un...Tomate, Sarada.- La pelirrosa retuvo el insulto que estaba por soltar hacía aquellas frutas rojas.
La pequeña portadora de ojos negros frunció el ceño desconforme, su madre no entendía la importancia de aquellos manjares carmesí para ella. Su padre era el mejor escogiendo tomates, con lo cual, cuando iba con Sakura, todo era un desastre.
-No lo entiendes...- Suspiró la niña.- Todo es importante, su color, forma, sabor...- Enumeró orgullosamente.
Siguieron recorriendo todo el mercado en busca del fruto perfecto, pero... Misión fallida. Sarada no cabía en su desesperación, ¿dónde encontraba su padre aquellos deliciosos tomates? No podía preguntárselo en esos momentos porque estaba de misión.
Y por ello se había agotado la reserva de tomates...
Sasuke se encargaba de reponerlos y ahora que no se encuentra en la aldea, sus tomates habían caído cual Shinobi en plena guerra. Es por eso que ahora Sakura no encontraba la manera de calmar las ansias de Tomate de su pequeña.
-¿Porqué mejor no esperas a la vuelta de Sasuke?- Preguntó la pelirrosa intentando sonar convincente.- Volverá mañana, entonces podrás ir.- Sarada infló los cachetes y asintió, tomando de mala gana la mano que le tendía su madre y marchándose con ella.
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El día se hizo eterno para la pequeña Uchiha, ya casi no podía aguantar las ganas...Ansiaba aquellos malditos tomates como embarazada con antojos. Sakura no sabía que hacer, probó de todo, incluso le preparó su comida favorita...pero, no funcionó
Solo quedaba esperar su...llegada...
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Por fin había regresado el pelinegro de su misión. Ahora caminaba con Sarada a un lugar de la aldea que esta última desconocía. Los edificios portaban un aspecto antiguo y desgastado, propio de otra época.
-¿Y este lugar?- Preguntó la niña.- Jamás he estado por aquí.- Añadió
-Estas calles son las más antiguas de la aldea.- Explicó Sasuke.- Están aquí desde mucho antes de que hubieran guerras entre clanes.- Suspiró.
Un extraño olor se apoderó de las fosas nasales de padre e hija. Ambos conocían muy bien a su fuente, era aquello que andaban buscando con tanto desespero.
Llegaron a un puestecito muy humilde repleto de frutas rojas. De ellas emanaba aquella fragancia enloquecedora. Tanto Sasuke como Sakura quedaron escrutando con la mirada aquellos manjares.
-Así deben ser.- Dijo el portador del Sharingan llamando la atención de su hija.- Es como un entrenamiento Sarada, al comerlos debes estar igual de concentrado.- Suspiró entregándole al dependiente unos billetes a cambio de unos cuantos kilos de aquella fruta.
-Ya veo...- Susurró Sarada agarrando la mano de su padre para caminar de vuelta a casa.- Tu sí que sabes papá.- Sonrió.
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Lo siento, lo siento, lo siento!!!!!!!
Bueno...Estaba un poco desanimada con esto del nuevo manga "Naruto Gaiden" Pero bueno, ¿sabéis que? Continuaré tratando a sarada como hija del SasuSaku aunque los hechos acaben demostrando lo contrario.
¡¡Esta historia de drabbles continuará!!
Y si, los tomates se consideran fruta :D
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Las Aventuras de Sarada
FanfictionSarada, la última descendiente del renacido clan Uchiha, ha decidido contarnos todo lo que sucede en su familia, con su padre, Sasuke, con su madre, Sakura, con sus amigos, etc. Fanfic basado en "Las Aventuras de Sarada", de Youtube, creado por Nao...