14 de junio de 2021 | Buenos Aires, Argentina
Los días de aislamiento obligatorio se cumplieron exactamente el mismo día que la selección hacía su tan esperado debut en la Copa. Si bien los chicos jugando tuvieron varios errores a corregir, la actuación en los últimos dos partidos han entusiasmado e ilusionado a la gente que hasta el ambiente ya se siente distinto a otras copas anteriores, por lo que no me sorprende que cuando sean las doce del medio día toda la familia ya esté con sus camisetas puestas, preparando el asado, tomando y compartiendo anécdotas, siempre filtrándose entre temas, el partido de hoy y la selección.
—¿Mi nene te está cuidando bien, Lula?—Silvia se acerca a la barra donde estoy concentrada preparándome mi fernet, que cosa que extrañé demasiado, cuando me vaya me voy a llevar todas las botellas que pueda.
—Como si fuese una reina—Le respondo pero no parece convencerle, me sigue mirando en silencio, busca analizar y descubrir algo que desconozco.
—Desde que llegaste te noté distinta, estas callada y pensativa.
—Fueron dos semanas completamente sola, los dos partidos fueron lo único entretenido, tal vez es eso.
—Si eso es capaz de sacarte tu esencia, puede ser—Me muerdo los labios para evitar responder, internamente sé muy bien que es lo que me está quitando el sueño desde el día que me tocó abordar mi vuelo, la despedida con Nicolás, el último beso y la última pelea.
Una pelea infantil por un tema que ya hablamos hace mucho y que creí que ahí se quedaría. Pero parece ser que para Nicolás nunca fue así.
Abro y cierro rápido los ojos en un intento de contener las lágrimas que estuve aguantando toda la tarde, después de ayudarle a Nico a hacer sus valijas y bolsos las cosas cambiaron su rumbo.
Nicolás se encargó de tornar esa triste despedida en una tierna y pasional en base a besos, abrazos y caricias que subieron de tono, dejando de lado todo sentimiento y pensamiento que nos pudiera estar torturando y sacrificando nuestra paz.
—estaba pensando que cuando vuelva nos podríamos ir una semana a Ibiza y la otra volver a Córcega ¿qué te parece?
—si, está bien.—apenas puedo decir, tengo un nudo en la garganta—te voy a extrañar mucho, mi amor.
que Nicolás busque mi mirada y al mismo tiempo me abrace más fuerte hace que no soporte más y finalmente explote ese llanto que estaba aguantando. al estar acostada encima suyo es fácil que pueda verme con el estúpido puchero que simplemente me nace. una risita se le escapa poniéndome más sensible ¿por qué no me entiende?
—estás muy sensible, amor ¿te está por...?
—dale Nicolás, puede que te vayas un mes y medio ¿cómo no me voy a poner triste?—me siento en la cama y cubro mi desnudez con las sábanas.
—prometo recompensartelo—se limita a decir mientras me arrastra por la cintura y me acerca a él otra vez. sus brazos me envuelven y deja besos en mi cabeza. Intento relajarme pensando que otra veces ya lo hemos vivido, ya debería estar acostumbrada.—Lu—lo miro—¿te vino, gorda?
—¿para qué querés saber eso?
—¿por qué no me respondes? es sencillo lo que te digo, mi amor.
—todavía no.
—¿no?—pregunta y parece ser que la emoción se le filtra, se separa unos centímetros para verme—¿no tendría que haber pasado hace como...?
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Volver | Nicolás Otamendi |
Fanfiction-Esta vez no vamos a volver, Nico. En medio del silencio que se extiende, Nicolás nada más se ríe. -Yo siempre te voy a buscar y vos siempre vas a querer volver, Lou. -Esta vez no.. -Nosotros siempre vamos a volver-Afirma.