La Casa de la Realeza.
Con 20,000 metros cuadrados, la Casa de la Realeza era la villa más lujosa de todo Cansington.
Tenía de todo, desde un jardín, una piscina y un campo de golf.
En el vestíbulo de la villa.
Amity tomó asiento en el cómodo sofá, mirando la villa con incredulidad. Parecía un palacio más que nada.
Cuando su abuelo eligió un esposo para ella, supo que cualquier persona con dignidad nunca aceptaría casarse con ella, y mucho menos con la familia Blight.
No tenía ni idea de quién sería su esposo.
Sin embargo, supuso que sería codicioso y perezoso. Alguien que codiciaba la riqueza de su familia.
En cambio, él la trajo a este paraíso.
Luz se arrodilló y le levantó el velo.
“No…”.
Amity entró en pánico y se apartó. Con las cicatrices que le cruzaban la cara y todo el cuerpo, tenía un aspecto aterrador. ¿Y si ahuyentaba a su nuevo esposa? Ni siquiera habían sido presentados como es debido.
Luz le quitó el velo de todos modos.
Amity estaba muy asustada, su corazón latía nerviosamente. Estaba muy avergonzada, y lo único que quería era desaparecer y esconderse.
Luz levantó su cara con delicadeza.
Tenía un impactante entramado de cicatrices.
Luz pasó los dedos por encima de ellas.
Sintió pena por ella, ya que sabía que todo era culpa de él. Si ella no la hubiera salvado, Amity no estaría en esta situación.
Tenía una expresión amable en el rostro, un aspecto poco habitual en él. Casi entre lágrimas, dijo: “Ah, Amity, has sufrido demasiado”.
Amity no tuvo el valor de mirar a Luz a los ojos. En su lugar, jugueteó con su camisa.
Con delicadeza, Luz le dijo: “Confía en mí. Te ayudaré a recuperarte”.
Amity volvió a entrar en pánico y siguió con la mirada baja.
“Trae la medicina”, gritó Luz al ponerse de pie.
Al instante, las puertas de la villa se abrieron de golpe. Entraron unos cuantos hombres con trajes negros, cargando unas cuantas cajas.
Dentro de las cajas había costosas píldoras, pastillas y otros tipos de valiosos medicamentos.
Luz se puso a trabajar, manipulando los artículos dentro de las cajas y mezclando algunos de ellos para formar un ungüento.
Cuando terminó, se agachó junto a Amity. Ella seguía jugando con una esquina de su camisa. Tomó sus manos llenas de cicatrices entre las suyas, pero ella se apartó y las escondió detrás de la espalda. Con la mirada en el suelo, preguntó en voz baja: “¿Qué…? ¿Qué estás haciendo?”.
“Tranquila, Amity. Quítate la ropa”.
Amity rompió en llanto al instante y tiró de su ropa. Con lágrimas en los ojos, dijo: “Sí, sé que soy fea. Tengo cicatrices por todas partes. ¿Estás feliz ahora?”.
Sabía que cualquiera que su abuelo eligiera para ella la tomaría como blanco de burlas y la humillaría.
Se había acostumbrado a ello con los años.
Desde el incidente, estaba plagada de pesadillas. Lloraba todos los días y apenas recordaba lo que era ser feliz.
Mientras miraba a Luz, ella se estaba mordiendo el labio, todavía con lágrimas en los ojos. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos y se derramaban por sus mejillas.
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La general todopoderosa de Dragón (Adaptación)
FanfictionAl ser víctima de un plan ingenioso, toda la familia Noceda fue quemada hasta la muerte. Arriesgando su propia vida, Amity Blight arrastró Luz Noceda del infierno. Luego de diez años, Luz regresa triunfalmente con dos propósitos en mente. Recompen...