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Aki Hayakawa era un Profesor Universitario titulado en aritmética, con un carácter bastante jodido y perfeccionista, era realmente insoportable a los ojos de todos los alumnos porque jamás aceptaba una tarea o examen en retraso, ese era el peor detalle que tenía, según sus alumnos. Además de que su materia la explicaba tan solo una vez, si no la entendías con claridad, si te dormías en clases o simplemente no prestabas atención, de todas maneras estabas jodido, porque no te volvería a explicar dos veces.

Por otro lado un alumno en particular llamado Denji, realmente no estaba interesado en cosas relacionadas con aritmética, era un desastre en eso y no quería perder su tiempo en ello. Se dormía, aunque sus amigos le dijeran que no lo hicieran.

- ¿En verdad estás durmiendo?- Hablo irónicamente haciendo referencia a su falta de respeto, había iniciado su clase a penas hace catorce minutos para ser exactos.

- Es que acaso no puedo - Murmuró en voz alta sin saber quién era el que preguntaba. Esa respuesta le hizo poner al maestro de peor humor del que tenía.

Denji se sentó para mirar quien era el que osaba a despertarlo, no se sorprendió.

- ¿Estas retandome?, al ser así vas a ir a dirección en este instante o te reprobare todo el semestre ahora mismo, ¿Escuchaste bien? - Usó su tono de recriminación, el típico cuando está molesto o tuvo un mal día. Toda el aula quedo en silencio, al principio provoco risas pero luego se quedaron en silencio. Denji disgustado se paró y salió del aula molesto, no quería reprobar pero tampoco quedarse con la palabra en la boca así que dió un portazo en respuesta.

Otra vez el mismo regaño de la directora.

- No puedes responderle de esa forma a tus maestros. Ellos no son de tu edad, es la última vez que vuelves a dirección por un problema como este, porque no dudaré en hablar con tus padres y suspenderte - La directora siempre se apiada de el, de no ser así hace tiempo que no estaría en la universidad, pues es una amiga de su madre y le tiene cariño.

- Lo sé, es solo que mi maestro de aritmética es demasiado estricto, no logro aprender nada y por esa razón me duermo, ni si quiera nos explica más de una vez - Decía entre suspiros. Se sintió tan estúpido de no responderle cuando lo envió a dirección, no era un perro u algo así.

- Independiente cuales sean tus motivos para ser así, esa no es la solución para que te duermas durante su clase - Sus palabras para cualquier estudiante eran con un gran significado, aunque no para denji.

El solo asintió y se fué de nuevo al aula.

No quería volver a entrar pero lo hizo en silencio, sin ganar atención de nadie para su suerte y prestó atención para no volver a lo mismo.

Cuando la clase terminó guardó sus cosas dispuesto a iré como sus compañeros, sus amigos le esperaban afuera para seguramente reírse de lo que ocurrió.

Una voz lo hizo retroceder.

- Denji, te quedaras acá porque tenemos algo que hablar - Su voz era tan firme, le estremeció un poco.

Se acerco en dónde estaba, se sostuvo con su brazo en la mesa.

- ¿Ocurre algo? - Denji sabía lo que era obvio.

- Bastantes cosas, pero la más importante es que has reprobado mí materia - Quedaba un mes de clases y sus calificaciones cerraban dentro de unos días. Denji no tendría oportunidad de pasarla ni con una calificación buena, todas eran las mínimas.

- ¿De verdad?, aunque tampoco es como si me diera la oportunidad de dar un exámen - Se las ingeniería para que su Maestro le diera una oportunidad.

- Que gracioso pero sí, tienes razón, no hay manera de que pases. Si reprobaste mi materia significa que no pasas el año - Le quedaba muy poca paciencia para hablar con un mocoso, es lo que pensaba.

- No se preocupe, pasaré de todas maneras - Se fué dejándolo con la palabra en los labios, que situación más irritante, para Aki era como hablar con la pared.



Durante al camino a casa, habló con sus amigos sobre el tema.

Los insultos no se hicieron impulso para aki, pero se controló era alguien bastante maduro para minimizar un problema como ese, nadie seria capaz de faltarle el respeto de esa forma, nadie le manchaba su imagen, menos un bastardo como ese.

Luego de salir del trabajo, aki fuera de su horario laboral, siempre fumaba un cigarrillo, sabia que era un mal habito, pero no podía dejarlo, estaba tan estresado, que tenia tantos alumnos con calificaciones que agregar, que no podía mantenerse tranquilo, aunque fuera de noche.

Era bastante joven, siendo un maestro de 24 años, siempre tenia alguna que otra mujer que se enamorara de el, pero el no estaba interesado en una relación por el momento, estaba tan comprometido en su trabajo que rechazaba un montón de declaraciones de amor, aveces por partes de alumnas.

Porque su aspecto era bastante atractivo, cabello negro y ojos azules, sin olvidar su voz gruesa, era tan sensual a los ojos de los demás pero el no tenia tiempo para darse cuenta de ello.

Mientras revisaba calificaciones, se iba dando cuenta que una persona en específico tenía todo mal, denji de nuevo, ni si quiera tenía aunque sea una buena.

Definitivamente reprobaría año.

Sensei -『AkiDen』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora