ROSES AND THORNS | Xavier Thorpe

Capítulo 3.

Narrador Omnisciente:

Si no la mataban primero, ella iba a suicidarse, su reflejo en el espejo frente a ella le había dado mil y un motivos para hacerlo.

—¡Definitivamente no!—exclamó mientras veía su figura en el espejo—¡No! ¡No! ¡Y un millón de veces no!

Tres golpes resonaron en la puerta de la habitación, captando la exhausta atención de la adolescente.

—¿Todo bien ahí?—la voz se Xavier se hizo presente—Se oye como si el fin del mundo estuviera sucediendo allí adentro.

La joven se dirigió hacia la puerta dando fuertes zancadas, al abrirla, Xavier estaba allí, recostado contra el marco de la puerta. Una escena que podría haber sido extremadamente sexy en cualquier otro momento o circunstancia, pero definitivamente no en esta; en realidad, esta se le asemejaba más a una tragedia que a un momento romántico y sensual.

—¡No usaré esto!—declaró la muchacha.

—¿Por qué? No te queda mal—respondió el joven con mucha simpleza.

—¿Estas bromeando, verdad?—al recibir un movimiento horizontal de Xavier, aclarando que no estaba bromeando, prosiguió—¡¿Estás viendo lo larga que es esta falda?! ¡Parezco una monja salida de un convento! 

—No es tan larga, en mí opinión no te queda mal—dijo Xavier.

—Pero tampoco me queda bien—respondió la ojiazul.

—Te ves bien—trató de tranquilizarla—En todo caso puedo pedir unos pantalones para que te los pruebes.

—No estoy acostumbrada a los pantalones—murmuró—En Evermore las faldas eran cuatro dedos arriba de la rodilla, ¡Aquí son siete manos debajo de los talones!

—Primero que nada, eso no tiene sentido. Segundo, todas las chicas aquí llevan exactamente lo mismo, ya te acostumbrarás—explicó—Quítate el uniforme e iré a marcar que fue retirado.

Hizo lo que le dijo, dobló el uniforme y lo colocó nuevamente en su envoltorio, y aún estando en ropa interior, abrió un poco la puerta y sacó su brazo mientras sacudía la bolsa en el aire, llamando la atención de Xavier.

—¡Ya vi tu mano! ¡No es necesario que sigas maltratando a la pobre bolsa así! Tiene sentimientos ¡¿Sabes?!—bromeó el.

—Si claro, si alguien tiene sentimientos encontrados hacia esa bolsa soy yo, y te aseguro que ninguno son buenos—aseguró la adolescente desde el probador, riendo al igual que Xavier.

Cuando salió del probador, el seguía allí, pero ahora se encontraba de espaldas viendo en dirección a la ventana, observando a los niños jugar y los profesores charlar entre ellos.

—¿Interesante vista?—le preguntó la muchacha sarcásticamente mientras se posicionaba a su lado, viendo lo mismo que el.

—Oh, por supuesto que si, Nevermore tiene unas de las mejores vistas de todo el mundo. Por ejemplo, puedes ver a aquellos niños pelearse y ser separados por la profesora Thornhill—señaló—Allí puedes ver a una pareja besándose muy salvajemente. Puedes ver a mi amigo Ajax tratando de conquistar a la chica que le gusta, y lo mejor de todo, a unos cuantos metros a la derecha puedes ver a un niño sacándose los mocos.

No pudo evitar reír ante el inesperado ejemplo de Xavier, contagiándole a este su vibrante y ruidosa risa.

—¡Eres un tonto!—exclamó ella aun riendo.

—Pero te reíste de este tonto, así que he cumplido mi objetivo—dijo orgulloso.

—¿Objetivo? ¿Cuál objetivo?—preguntó la ojiazul intrigada.

—Hacerte reír. Y también que estuvieras un poco más alegre, aunque ese es mas un plus que venía con hacerte reír—explicó—Pero bueno, Chica Nueva, te llevaré a tu habitación.

—Alys—corrigió viéndolo con una sonrisa.

—¿Perdón?—le preguntó Xavier volteándose para ver sus bellos ojos azul cielo.

—Alys—repitió—Tu puedes llamarme Alys, Xavier. Has sido muy amable conmigo y me agradas lo suficiente, me alegra que hayas sido la primera persona que conocí aquí y creo que nos llevaremos bien.

—Lo mismo creo yo, Alys—dijo con una sonrisa.

Y así, inició una nueva historia. Una historia colmada de emociones, desde el amor hasta el miedo, sacrificio y orgullo, sin olvidar los prejuicios, pasión y aventura. Una historia tan colorida, una historia llena de pequeñas historias en el medio, una historia inimaginable, una historia de dos mundos distintos, una historia de amor. La historia de Xavier Thorpe y Alysanne Wester.