La mejor amiga de mi Hermana ( En pausa)

3. Mi fácil rival

Puedo ver desde lejos como irradia enfado, indignación hacia mi persona, es imposible de no notarlo, se siente en el aire y trago saliva mientras da un paso tras otro posicionándose en el extremo de la mesa, en medio de mi hermana y yo.

— Clara, lo siento...mi hermano no te conoce— los ojos de su mejor amiga se suavizan al verla, conciliadora y tranquila. Me repara y le sonríe en su dirección.

— No pasa nada Yeri no tienes la culpa de tener el hermano que tienes

Abro los ojos y boca pero el que gire con una velocidad el cuello mirándome de una manera profunda, dura y mordaz me hace callar, pero al instante en el que me doy cuenta me echo para atrás y la miro de arriba abajo, cosa que hace arder sus ojos en una furia más grande.

Se gira en noventa grados, cruza los brazos con la cartera en su hombro, el mentón en alto y sus ojos son en cierto punto cautivadores.

— Trabajo y estudio al mismo tiempo—empieza plantando una mano delgada en la mesa— comparto los gatos de la casa, servicios y te lo digo porque pones en una situación incómoda a Yeri— creo que termina y tira como veneno— Pero claro como lo notaria un hermano que no ve hace años.

Siento mi estomago revolverse ácidamente porque tiene un punto a su favor pero no le daré el placer que complacerse con eso.

No aparto la mirada de la que ahora es mi fácil rival. Explota con facilidad, es mordaz con sus palabras. Pero así como ella sabe usar las palabras yo igual. Esta chica no va a venir a decirme nada de mi relación con mi familia.

— No eres más que una desconocida para mí y menos dejare que venga una a decirme como tengo que llevar mi relación con mi hermana porque no entras en el cuadro.

Da una pequeña sonrisa sin gracia

— No juzgue a una persona sin conocerla—inclina la cabeza apenas y me da una rápida pasada que me hace poner de pie lentamente— porque no le gustaría las palabras que saldrían de la boca de esta desconocida.

Se despide con un beso en la mejilla de mi hermana y se marcha sin mirar atrás. Me quedo en mi sitio mudo e impresionado por su actitud apretando los palillos que no deje.

Vuelvo a Yeri que tiene los labios curvados en una sonrisa y la borra al ver mi cara al comentario de su mejor amiga.

— No se puede quedar es una mala influencia—es mi última palabra porque no puedo verla en mi estadía en Canadá.

Su mirada cambia, como si Clara con su osadía le diera valentía para decir las siguientes palabras. Nunca vi esa mirada en ella, decidida y sin paso a dar atrás.

— Ella se queda porque es mi mejor amiga, es más familia que lo que alguna vez lo fueron ustedes. Me salvo y es una hermana para mí. Y esa es mi última palabra.

Respiro hondo sin apartar su mirada El fastidio de imaginarla al llegar a casa me molesta y pica porque será difícil llevar una convivencia con lo poco que nos hemos dicho.

Me cuesta aceptar esta amistad tan apegada que tienen Yeri y Clara. No la conozco y me genera desconfianza. Mi hermana puedes ingenua en las relaciones.

Pero no puedo empujarla y tirar sus cosas. Y habría un conflicto entre ella y yo que no quiero comenzar porque llevo años sin verla y la mirada que me recuerda a las tantas veces que me hizo cuando me pedía de ocultas un chocolate porque nuestro padre no nos permitía ingerirlo y se lo conseguía. No puedo porque no quiero entrar en contienda con mi única hermana.