¿ᴜɴᴀ ᴄʜɪᴄᴀ? (Editando)

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 11

—Y… ¿Qué le pareció el lugar senpai?

—Eh… Estaba bien.

El nerviosismo de Tamaki estaba a su límite, la tarde que pasaron juntos fue única, sin interrupciones, calmada y con un gran paisaje de fondo, aun más que la paso con su persona favorita, la vida no podía ser más buena con él, se sentía extrañamente feliz, nada podía salir mal…

¿O si?...

•••

El día fue consumido por el frío manto de la noche, dando aviso al par de jóvenes que ya era la hora de volver a casa, Tamaki y T/N caminaron al lado del otro, mientras que uno contaba sus historias sobre su curso y el otro solamente escuchaba.

—Luego de que Yoshikawa-chan se disculpara con todo el departamento de apoyo por esparcir su virus cibernético accidentalmente, tuvo un gran castigo, no me dieron detalles de cuál fue, pero parece que fue algo muy grande, porque siempre que la veo se le nota el cansancio de lejos —explicaba aquel incidente—. Aún no lo extirpan desde el núcleo, pero lo bueno es que los nuevos proyectos no se verán afectados.

—Al menos… tendrás menos estrés que cargar —opinó.

—Si, es lo bueno, podremos pasar más tiempos como este —se sonrojo con aquella ilusión.

—A-ah.. Si… —sus mejillas también se volvieron rojas, no esperaba aquellas palabras tan dulces—. A mi… Tambien me gustaria mas momentos como este —susurro lo más bajo que pudo, lo ultimo que queria es que escuchases eso.

—¿Y a ti como te va en el departamento de héroes? Me enteré por Hado-san que van a ir a hablar con los de primero.

—Oh… Si, debemos de hablar con ellos… sobre sus residencias, no es nada interesante.

—¡Cómo no va a ser interesante! Tamaki-kun, eres un ejemplo para los demás estudiantes del departamento de héroes.

—No lo creo… Esos serían Mirio y Nejire, no creo alcanzar su potencial.

—Claro que lo alcanzas senpai, tu kosei es uno de los más fuertes, nunca lo dudes, y si lo haces recuerda que tu siempre serás mi héroe N°1 —junto sus manos con las de Tamaki.

Se miraron a los ojos, estos tenían un brillo especial cada que se miraban, el ambiente era perfecto, se encontraban bajo el arco de la entrada de la U.A., les recordaba la vez que vinieron juntos desde casa y lograron conocerse.

Solo unas simples 3 palabras harían que aquel sueño anhelado por ambos se cumpliera, solo debía de pronunciarlas para poder sellarlas con un mágico acto.

Solamente debía de decirlo, solo eso.

—Es el momento, ¡tú puedes! —se animó en sus adentros.

—T/N está demasiado cerca… vamos, no te desmayes.

El color carmesí que tomaba sus caras hacía que pareciese que iban a explotar en cualquier momento.

—Tamaki yo- —fue interrumpido por una familiar voz que hizo que sudara frío y apartara al azabache en forma de protección—. No… Él no… —pensó amargamente.

—Disculpen, ustedes no deberían de estar afuera a estas horas, el toque de queda ya va a empezar —regaño.

—Sensei… Disculpe ya vamos a volver a nuestras habitaciones —hizo una reverencia en forma de respeto.

Esperaba que Kobayashi hiciera lo mismo, cosa que no sucedió, levantó la vista hacia ambos varones, uno lo mira con confusión y el otro como si tuviera un rencor de años con el.

—¿Te conozco? —preguntó, aquellos rasgos faciales se le hacían conocidos.

—A ti no te interesa eso… —respondió cortante.

Tamaki se alarmó, T/N le habló de una forma muy descortés al mayor, cosa que no era muy bien vista en su denominada cultura japonesa.

—Kobayashi-kun… No es la forma de hablarle a un mayor —temblo, no sabia que pasaba, pero al pronunciar su apellido el ambiente se volvió mucho mas tenso.

—Tch… Larguémonos de acá Tamaki-san —tomó su muñeca rápidamente y empezó a alejarse del mayor lo más rápido posible.

El mayor había quedado paralizado, aquel apellido no lo escuchaba desde hace años y cuando su antiguo alumno lo dijo volvió aquella pesada carga de culpa que había olvidado.

—D/N Kobayashi…

•••

Ya en los dormitorios del 3-A, Kobayashi dejaba a Tamaki en su habitación.

—Nos vemos en el almuerzo senpai —se despidió.

Tamaki trató de decir algo antes de que T/N se vaya, sin embargo no pudo pronunciar palabra alguna y simplemente lo dejó ir.

Mientras caminaba sentía sus ojos arder, pues a quien no le arderia si en todo el lapso del camino de alejarse de aquel ser hasta despedirse de Tamaki, este estuvo aguantando las ganas de quebrarse.

No quería parecer débil ante aquel sensei y aún más de aquel senpai que lo tenía como loco enamorado.

Las ganas de dejar todo y huir lejos de lo que le molestaban no faltaban, pero sus sentimientos hacia Tamaki eran aún más fuertes, él lo mantenía dentro de la U.A. y su rechazo seria lo unico que le faltaria para poder quebrarse completamente y abandonar todo lo que logró.

Kobayashi es fuerte de por sí, pero perdió tanto en el transcurso de su vida, que su subconsciente necesitaba una excusa para poder largarse y olvidar todo.

Tamaki era esa excusa, el abandono y el rechazo de sus "amigos" de secundaria hacia que el pensar que esa persona especial para él comparta el mismo sentimiento sea inexistente.

—Mierda, todo estaba bien —maldijo—. Pero tenía que llegar el…

—¿Yashi-sama?

—Mura-bot… ¿Que sucede?

—¡Feliz cumpleaños!

Se sorprendió, no se dio cuenta que se había quedado lamentándose tanto tiempo que ya era el día siguiente.

—Oh, gracias… —sonrió forzoso, no tenía ganas de celebrar aquello por todo lo que pasó.

Dicen que el tiempo cura las heridas.

Pero, ¿En realidad, cura todas las heridas? El perder a tu figura paterna frente a tus ojos no es fácil de superar.

El rencor por el asesino es alto y aún más cuando la población le alaba como héroe al pensar que se deshizo de un criminal cuando este mismo era inocente.

El ver que aunque tengas la evidencia de todo y poder limpiar la memoria de quien mas quisiste es en vano, nadie quiere ayudar a alguien que fue tachado como villano fuese justo o injusto, el dolor va aumentando y la heridas van creciendo.

El tiempo cura las heridas, pero no completamente y suele olvidarse de algunas, solo basta un simple detonante para que estas derramen sangre.