LA FIESTA DEL CEREZO ROJO (one shot)

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Los personajes no me pertenecen, son obra del talentoso Masashi Kishimoto. 

**La historia está catalogada como contenido adulto. última advertencia, lee bajo tu propio riesgo. 

Si amas al emo vengador y de alguna manera estás leyendo hasta aquí, este es un Kakasaku, estás perdido. No pierdas tu tiempo y ve a buscar algo que si te guste. A y no mandes mensajes explicando porque es mejor el Sasusaku plis. 


Después de su viaje de redención Sasuke por fin volvió a la aldea, para quedarse un tiempo. No era de extrañar que la pelirosa le insistiera nuevamente para que saliera con ella y el azabache, después de mucho hacerse del rogar, entabló una relación con ella.

Varios de sus amigos le dijeron a la kunoichi que aquello no era buena idea. La pelirosa simplemente no entendía razones, como siempre, tratándose se Sasuke.

Ino en especial le aconsejó que lo pensara bien, ya que era obvio que el hombre era un excelente ninja, pero no tenía madera de novio. Más de una vez le advirtió a Sakura que aquello acabaría mal y que el hombre solo estaba buscando una mujer que le diera hijos. La pelirosa le dijo que exageraba, hasta que algo inesperado pasó.

Sakura se había sentido mal unos días atrás, así que se hizo un chequeo médico. Ella e Ino iban hablando y bromeando por los pasillos, hasta que la pelirosa se detuvo, mirando con los ojos muy abiertos aquel trozo de papel.

- ¿Qué sucede? – Preguntó la rubia asomándose y sorprendiéndose al ver una nota al pie del documento, "INFERTIL"

Sasuke llegó de repente y le arrebató el papel - ¿Es lo que creíamos? ¿estamos por fin embar...? – Exclamó mientras la pelirosa miraba con horror como los ojos de su entonces pareja, recorrían el papel despacio, para luego tomar velocidad.

-Sasuke... no lo sabía, pero...

Sasuke suspiró – Entiendes que esto lo cambia todo ¿cierto?

- ¿Qué?

-No tengo que explicártelo ¿o sí?

Sasuke se alejó y Sakura fue tras él sin despedirse de Ino.

- ¿Por qué eres así conmigo? – Le dijo al pelinegro tomándolo por el brazo, haciendo que se volviera a verla.

-Acordamos algo – Dijo el pelinegro una vez se aseguró que estaban solos – Si no puedes tener hijos ya no podemos seguir. Fui muy claro desde el inicio, para eso era esta relación.

-Estás diciendo que... después de todo el tiempo de conocernos ¿no tienes ni un poco de amor para mí?

- No. Tú sabias bien que nuestra relación era puramente para perpetuar mi clan. Incluso en la guerra te lo dije, nunca hice nada para gustarte, no entiendo tu insistencia. Además, un ninja debe tener claras las reglas ¿se te olvidó? Un buen ninja no debe desarrollar apego. Si no hay hijos, no hay caso. Siempre fui muy claro en eso y aceptaste los términos, así que no hay nada más que decir. Para tu tranquilidad, me iré de la aldea mañana.

Sakura no intentó detenerlo. Dio media vuelta y caminó hasta su departamento sin mirar atrás, quitándose los zapatos con molestia y tirándose en el piso.

Buscó en su interior la razón de porque algo cambiaría con el tiempo. Se felicitó por decidir no ir tras él, aunque le estuviera costando mucho, en vez de eso, lloró cada noche por un mes. Después de ese tiempo, pasó algo extraño. Más que sentirse triste, ahora sentía como si le hubieran quitado un gran peso de encima.

De pronto, sintió mucha rabia hacia el Uchiha y a esa decisión que tomó un año atrás de rogarle que anduviera con ella. Un año parecía mucho tiempo y desde que tuvo que rogar... desde ahí todo estaba mal. Que tonta había sido. Por fin entendió... hace algún tiempo se estaba engañando para poder soportarlo. Él hombre era bueno en la cama y ella esperó pacientemente por su corazón, pero no se lo entregó.

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