Capitulo 1
El Rugido de la madera sediento ante las imparables llamas lleno todo el lugar, el cual hace unos minutos atrás había sido un barco, pero ahora solo era un montón de madera en llamas, amontonada a las orillas de una isla.
Y alrededor de esta se encontraban varios cuerpos inmóviles, exceptuando a una que aún se mantenía de pie, mientras sostenía por la parte inferior del rostro a un hombre totalmente herido y al borde de morir.
"Así que habrá una expo de piratas, y con ella una búsqueda de tesoros que gol D. Roger dejó", comento la voz ligeramente alegre del enmascarado que sostenía al hombre con una sola mano, y teniendo toda su atención en una hoja de papel en su otra mano, de la cual acababa de obtener de los piratas que acaba de derrotar.
Guardando la hoja de papel en su gabardina, uso su mano ahora libré, y busco en la ropa del hombre, y después de unos segundos de búsqueda, lo encuentro.
"Aquí está", dijo, para acto seguido, dejar caer al hombre, el cual cayó sin cuidado a la arena.
Mirando el objetó en su mano, sus ojos en forma horizontal y de un todo ligeramente amarillentos, brillaron ligeramente con emoción.
"Supongo que es hora de visitar a mis damas", susurro, "y con tú recompensa les comparé algo lindo", hablo, guardando con cuidado el eternal pose en el interior de su gabardina, comenzando a caminar hacia la base de la marina más cercana, para cobrar la recompensa de hombre que hace unos momentos están sujetando, y sin decir o hacer algo, el cuerpo inmóvil del hombre, comenzó a levitar sobre el suelo, y comenzar a seguir al enmascarado.
"La pregunta sería aquí es: ¿que les puedo comprar con 200 millones?", el hombre divagaba en susurros, caminando con paso firme.
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Inhalando profundamente el aire frío de la mañana, el hombre en mascarado miraba el amanecer desde la punta del mástil en el barco en el que se encontraba.
Sin prestar atención a la conmoción que los tripulantes estaban teniendo, al estar trayendo plato tras plato de comida, hacia una mujer pelirosa sentada en una mesa repleta de comida, la rápidamente estaba desapareciendo en las entrañas de la mujer, que denotaba todo en un solo bocado.
"Es una agradable mañana", susurro para si mismo.
-Mientras tanto debajo de el-
"Oigan, malditos traigan más comida, está Mierda no me va satisfacer", grito la mujer claramente irritada.
Sus subordinados sin querer estar bajo los regaños de su irritada capitan, siguieron sus órdenes, trayendo más comida a su Mesa.
Pero uno de ellos el cual sostenía un plato con frutas de varios tipos, se detuvo y frunció el ceño, mirando a su alrededor , no pudo ver que había perturbado sus instintos, y dirijo su mirada hacia la punta del mástil, pero tampo vio a nadie ahí, extrañado no se percató de su tardanza, hasta que la vos molesta de su capitán lo saco de sus pensamientos.
"Oye, idiota que estás haciendo, trae eso aquí ahora", grito la pelirrosa.
Sintiendo un escalofrío, el hombre asintió vigorosamente, y corrió hacia la mujer.
