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15 de noviembre de 1975 - gran salón
En el momento en que la vio entrar al Gran Comedor no dudó y la siguió justo detrás. Sentía que había pasado una eternidad desde la última vez que la vio y no podía esperar más. Corriendo tras ella, rápidamente la alcanza y toma su mano, haciendo que se gire para mirarlo.
"Por la barba de Merlín, Lupin. Me asustaste." Lorelei exhala, haciéndolo reír suavemente.
"Lo siento, cariño. ¿Tienes minutos?" Él pregunta en voz baja y ella sonríe suavemente, asintiendo en respuesta. Suavemente la jala para que lo siga fuera del Gran Comedor.
"¿A dónde vamos?" Ella se ríe, sintiéndose un poco mareada como una niña mientras caminan por los pasillos, pasan todos los demás estudiantes.
"Aquí." Él tararea, empujándola hacia un pequeño pasillo, nadie más a la vista. Se apoya contra la pared y la toma en sus brazos. Él entierra la cara en su hombro y la abraza con fuerza.
"¿Qué te pasa hoy, Rem? Aunque no me quejo." Ella se ríe, haciendo que él la abrace con más fuerza mientras envuelve sus brazos alrededor de su cuello.
"Te he extrañado." Él admite, haciéndola sonreír felizmente. Remus se preguntó si podía sentir los latidos de su corazón aumentar con cada minuto que pasaba.
"Aww, yo también te he extrañado." Ella tararea, haciendo que él se aleje un poco para mirarla con la sonrisa más amplia.
"¿Cómo estás?" Él pregunta, haciendo que ella se encoja de hombros mientras mira hacia el techo como si tratara de pensar en una respuesta.
"Como la persona más feliz del mundo en este momento." Ella dice honestamente y su corazón da un vuelco, mientras él toma una respiración profunda. "¿Y tú? La luna llena es en cuatro días, debes estar nervioso."
"En este momento, nada más en el mundo importa." Él dice, haciéndola resoplar y juguetonamente lo golpea.
"No sabía que podías ser cursi." Ella dice burlonamente, haciéndolo reír. Él levanta una mano para tirar de un mechón de su cabello detrás de la oreja, luego le toma la mandíbula y le frota la mejilla con el pulgar.
"Para ti siempre." Él tararea y un rubor sube a sus mejillas. Sus ojos bajan a sus labios y puede escuchar su respiración entrecortada, haciéndolo mirar hacia arriba. Él se inclina hacia adelante, descansando su frente contra la de ella. "Tengo muchas ganas de besarte ahora mismo"
"¿Qué te detiene?" Ella exhala, haciendo que él la mire, tratando de encontrar algún signo de desgana, pero no ve ninguno. Lentamente se inclina más cerca, dándole la oportunidad de alejarse, pero cuando ella no lo hace, no duda en presionar sus labios contra los de ella.
Sus dedos se deslizan en su cabello, acercándolo más. Sus brazos se deslizan alrededor de su cintura, tirando de ella con fuerza contra él. Todo parece detenerse ya que lo único en lo que puede pensar es en la sensación de sus labios contra los suyos. Un movimiento repentino junto a ellos, los hace saltar aparte, Lorelei se apoya contra la pared de enfrente y trata de recuperar el aliento. Remus mete un dedo en su corbata, tirando ligeramente de ella para que se afloje. Rápidamente se dan cuenta de que el movimiento no había sido nada y ambos se echan a reír.
"Por la barba de Merlín, pensé que alguien estaba-" Ella comienza, pero él la interrumpe.
"Lo sé." Él se ríe, haciéndola sonreír felizmente.
"Lo siento. Probablemente desearías que no tuviéramos que escabullirnos así." Ella reflexiona y él niega con la cabeza, empujándose de la pared y caminando hacia ella.
"Realmente no me importa si el mundo lo sabe o si solo somos nosotros dos, todo lo que me importa es que puedo hacer esto." Él tararea, antes inclinándose y volviendo a conectar sus labios, haciéndola sonreír felizmente.
"Eres muy encantador, Lupin." Ella tararea contra sus labios, haciéndolo reír mientras apoya su frente contra la de ella. "Supongo que no hay más pistas sobre tu chica misteriosa."
"Bueno, puedo darte una . Es una gran besadora." Él dice y ella resopla, empujándolo, haciéndolo reír y negar con la cabeza. "Ella también se pone muy nerviosa."
"Cállate." Ella se queja, usando su cabello para ocultar sus mejillas ardientes. Él sonríe felizmente, mirándola con una mirada amorosa.
"Me pregunto cómo se sentiría tu chico misterioso acerca de esto." Él bromea y ella gime, cubriéndose la cara con las manos.
"Te odio." Ella murmura, haciéndolo reír y apartar las manos de su rostro. Levanta una de sus manos y besa sus nudillos.
"No, no lo haces." Él sonríe contra su piel, haciéndola resoplar cuando deja caer su mano.
"Tienes suerte de que no lo haga." Ella bromea y él la acerca de nuevo.
"Maldita sea, la tengo." Dice con firmeza, antes de besarla de nuevo.
"Te prometo que no tendremos que escondernos por mucho tiempo." Ella dice mientras envuelve sus brazos alrededor de su cuello y él sonríe tranquilizadoramente.
"Lo sé, cariño. Confío en ti." Él le asegura y ella sonríe feliz.
"Y tal vez después de la luna llena, podríamos subir a la Torre de Astronomía y ver la puesta de sol." Ella sugiere y él sonríe. mientras recuerda la promesa que se hicieron en Londres.
"Es una cita."
"Absolutamente." Ella se ríe, besando sus labios por última vez. "Probablemente deberíamos regresar."
"Deberíamos. Pero no tenemos que hacerlo." Señala, haciéndola resoplar y sacudir la cabeza.
"Perro absoluto. Detente." Ella dice haciéndolo levantar una ceja.
"En realidad soy un hombre lobo." Él le recuerda, recibiendo una mirada juguetona a cambio.
"Muy divertido, Lupin." dice con sarcasmo, aunque una sonrisa es evidente en su rostro.
