Han pasado 4 días desde el sábado, ya me he empezado a sentir mejor. Había dejado de tener flujo, de hecho, ahora estaba muy bien. No más sangrado. No más cólicos. No más toallas femeninas. No más sentirse malhumorado. No más sentirse hinchado. Y espero con todas las ganas del mundo no volver a vivirlo, por suerte tuve a Jaqueline y a Rolando cuidando de mí, más a Rolando, después de todo él fue el causante de haberme lastimado.
Mi tobillo también está mejor, de hecho falté estos días de clases por qué no quería estar fuera de casa con el miedo de ponerme a sangrar, eso, y que no podía caminar del todo bien. Creo que aún no debería descuidar mi tobillo, pero la ansiedad se está apoderando de mí al retrasar varios días para practicar fútbol.
Hablando de eso, Jaqueline y Rolando no han parado de entrenar por las tardes, me he tenido que quedar en casa esperando a que regresen, bueno, últimamente Rolando ha ido directamente a dejar a Jaqueline a su casa, dice que se siente muy cansada al terminar y prefiere irse, con este serán 2 días sin verla, pero hoy estuvo bien, hoy juega la selección y que mejor que pasarlo entre amigos, sin que hayan mujeres escuchando. En cuanto él llegó empezamos a preparar lo que íbamos a comer mientras veíamos el partido.
— "Date prisa, están empezando a cantar el himno nacional." le dije a Rolando que estaba en la cocina.
— "Voy, nada más estoy buscando donde poner unos hielos." respondió.
Teníamos la botana lista, además de que Rolando pasó a comprar unas hamburguesas para cenar y unas cervezas. Pronto, estábamos juntos sentados en mi cama gritándole al televisor, bebiendo y cenando.
— "¡No puede seeeeer! 😰" gritamos al mismo tiempo cuando marcaron un penal para el equipo contrario. — "No puedo creer que hayan seleccionado a ese tronco para defender. 😒"
Se que no se esperaba mucho del equipo, pero ni siquiera lo están intentando, eso creí hasta este momento, el guardameta de la selección paró el penal quedándose con la pelota y rápidamente se preparó para despejar largo, todos los jugadores corren, el lateral derecho la recibe y con un pase preciso, el delantero habilitado remata cara a cara contra un portero confundido.
— "¡GOOOOOOL!" gritamos de enorme alegría.
El partido fue avanzando y la emoción provocó que no solo la comida se fuese consumiendo sino también las cervezas. No le tomé importancia pues se supone que ya estaba acostumbrado a beber alcohol, no importaba si ganábamos o perdíamos, significaba salir a tomar con los del equipo. Pero al parecer este cuerpo es nuevo en ese tema, y después de casi 10 latas de cervezas empecé a sentirme mareado.
— "Oye Paulo, creo que ya no deberías tomar más. 👀" me dijo Rolando.
— "¿Por qué *hip* dices eso mmmh? 🥴 ¿Por qué siempre te estás *hip* preocupando por mí?" le pregunté con seriedad. — "¿Es por qué soy mujer? ¿Crees que soy *hip* débil? 😠" agregué
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Tarjeta Rosa
RomancePaulo sueña con jugar en primera división pero su soberbia lo meterá en problemas.