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Minho deslizó sus pantalones por sus piernas. Chan lo miró, con una sonrisa burlona y sin despegar la vista del mayor. Instintivamente se mordió el labio inferior.

Lee por su parte, volvió a sentarse en el sillón y recargó sus piernas a lo largo, por encima de las extremidades de Chan que estaba sentado al otro lado. El menor tocó sin querer, o tal vez sí quería, pero no lo había planeado.

— No tenía idea de que te depilabas, hyung.

— La mayoría lo hace, ¿tú no?

— No lo hago —respondió Bang de forma rápida— No me parece muy varonil que digamos.

— Tonterías —le dijo el mayor— Me gusta tener las piernas suaves.

— Lo están —aseguro Chan, mientras pasaba sus manos por ellas.

Minho hizo un puchero.

— No es justo que sólo yo pierda —Minho se quejó, se encontraba desnudo en mayor parte, sólo tenía puestos los boxers— No he visto nada de ti, nada más te quitaste la sudadera.

Chan soltó una sonrisa burlona y al mismo tiempo coqueta. Parecía que trataba de seducir a Lee.

— Para eso tienes que ganarme Minho. Soy bueno en esto, juego mucho en clases.

Minho volvió a repartir las cartas y maldijo al ver las suyas. Sólo tenía una posibilidad de juego, con los bastos y no había forma de que ganar; por lo que minutos más tarde, empezó a deslizar su ropa interior por sus piernas. Esta vez Chan evitó mirar avergonzado.

— Estoy totalmente desnudo, no hay forma de que sigamos jugando.

— Entonces tendré que darte castigos, tal vez un golpe en...

— En el trasero —Minho sonrió de manera descarada, al mismo momento, en el que el menor tomaba un color rojizo en sus mejillas, que no se podía ver por la oscuridad.

Después de otra ronda fue el turno de Chan para quitarse la camisa. Y después de otra ronda, Minho sobo su mejilla trasera, tratando de disminuir el dolor que le había causado el golpe de Chan.

— Tienes la mano pesada —le reprochó— Esto no me gusta sólo he ganado dos veces.

— ¿Entonces qué quieres jugar?

Minho movió su pie rozando la entrepierna de Chan.

— ¿Qué sabes jugar? —le preguntó, moviendo su pie sobre el bulto de los pantalones del menor.

— ¿Qué es lo que pretendes? —Chan tomó su pie y lo aparto de su zona peligrosa— ¿Por qué escogiste este juego?, ¿Creíste que ganarías?

— Lo hice —Minho admitió sin descaro y una sonrisa engañosa.

— ¿Querías verme desnudo?

— No quería, quiero, pero mi pregunta es: ¿por qué aceptaste?

Chan se levantó, desabrocho su cinturón y deslizó sus pantalones por sus piernas hasta quitarlos por completo, llevándose incluso los zapatos.

— Aún no estamos igual —Minho tomó el elástico de los boxers de Bang y los deslizo poco a poco, hasta quitarlos, sonrió— Es grande.

— No me quejó —dijo con burla Chan— Y se anima fácilmente.

— El mío también —se acercó y pegó su cuerpo contra el menor, ambos estaban duros y excitados, Minho se froto contra Chan; ambos soltaron un gemido.

¡𝓂𝒾𝑒𝓇𝒹@ 𝓃𝑜 𝒽𝒶𝓎 𝒾𝓃𝓉𝑒𝓇𝓃𝑒𝓉!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora