07

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— Eres un bastardo con suerte —le dijo Minho a Chan— ¿Así está bien? —preguntó tratando de relajarse.

Pero el sólo pensar que tendría el miembro de Chan en su culo lo hizo tensarse.

— Separa las piernas un poco más —ordenó Chan y Minho obedeció con un chasquido— Prometo que será bueno sólo tienes que relajarte.

— Suena fácil —Minho rodó los ojos, luego miró a Chan, casi imposible por la falta de luz, pero claro que podía detectarlo bajando su cabeza hasta su pene.

Lo vio lamerlo y después recorrer un camino hasta su culo.

Joder nunca le habían dado un beso negro y se sentía jodidamente bien tener los labios gruesos del menor en esa parte de su cuerpo.

A su pene le gustaba

— ¿Puedo tocarme? —le preguntó a Chan la respuesta fue una lengua sumergiéndose en su ano y haciendo alzar las caderas— Joder eso es bueno —le dijo— Me importa una mierda tu permiso, voy a tocarme.

Llevo una mano a su miembro para masturbarlo y la otra a la melena de Chan, jalándola, sus piernas rodearon el cuello de Chan no queriendo que dejará de jugar con su ano.

Pero Chan terminó por separarse

— ¿Eso te gusto no?

Asintió de mala gana, Chan puso unos dedos en sus labios y sabiendo para que serían los chupo, haciendo sonidos obscenos y provocando al menor.

— Con eso es suficiente —le dijo y los retiro— Trata de respirar.

Minho sintió una pequeña intromisión, no fue doloroso y se sorprendió así mismo de que su interior pudiera tomarlo, la lengua de Chan había hecho bien su trabajo.

— Eso fue fácil —le dijo.

— Lo fue —le dijo de igual forma Chan empezando a mover su dedo.

Minho se aguantó las ganas de soltar pequeños jadeos, sólo apretó la boca.

Sintió otro dedo entrar, pero de nuevo se sorprendió porque no dolía, era raro, pero no doloroso.

Se retorció cuando Chan tocó algo seguramente su próstata.

— Oh mierda —dijo— Eso es... sigue frotando ahí, si paras te mataré.

Sólo escucho una risita del menor y luego sacar sus dedos haciéndolo sentir vació.

— ¿Pero qué mierda? dije que no pararás.

— Si sigo tocando ahí te correrás y entonces yo no tendré diversión, voy a follarte ahora y tú lo amaras tanto, que iras a Seúl sólo para recibir otra follada de mi parte.

Minho se carcajeó y negó

— No cariño, tu vendrás desde Seúl y rogarás para que te deje follarme.

Ambos rieron y Chan se apresuró para acomodar él condón en su muy, muy duro miembro.

Se colocó entre las piernas de Minho y las apretó con fuerza, seguramente dejaría marcas.

Alineó su pene a la dilatada entrada y se introdujo despacio.

— Tan malditamente caliente estas ahí adentro —rugió y se introdujo más.

Eso sí dolía, pero Minho lo aguantó, los anillos de su interior se estaban ajustando a Chan. Había un poco de ardor y cuando el menor se impulsó por completo soltó un jadeo.

— Santo dios, duele como la mierda.

Chan soltó una carcajada sin moverse para que el mayor se acostumbrara a tenerlo dentro.

— ¿Cómo se supone que duele la mierda? —preguntó para distraerlo.

— No lo sé —Minho se sonrió a su lado— Como cuando estas estreñido y no puedes cagar.

— Ya me está dando asco —se burló pegando su rostro al pecho de Minho, podía oírlo respirar agitadamente, por él.

Alzo la mirada, casi no podía detectar por completo las expresiones de Minho, pero si él brillo en sus ojos.

— Quiero besarte —le dijo no hubo respuesta más que unas manos en sus mejillas haciendo que acercara su rostro y luego unos labios suaves probando los suyos.

No hubo más palabras, sólo el sonido de unos besos húmedos y el chasquido que hacían sus pieles al chocar con cada embestida, gemidos agudos y graves, todo a la vez.

¡𝓂𝒾𝑒𝓇𝒹@ 𝓃𝑜 𝒽𝒶𝓎 𝒾𝓃𝓉𝑒𝓇𝓃𝑒𝓉!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora