Nido vacío

Capítulo 1: Alfa 1

Ni siquiera sé en qué día me encuentro, la mañana es fría como el resto de las anteriores, en el cristal hay un bonito dibujo hecho por el agua y el frío... supongo que el invierno está cercano, eso quiere decir que el trabajo de caza será mayor.

Han sido así los últimos diez años, tendré que abrigarme mejor entonces.

-¡Eren! Es hora de irnos-

Está vez ni siquiera he tenido la oportunidad de arreglar un poco la habitación, miro una última vez a la cama y está completamente vacía sin mi.

Salgo cansado de casa a pesar de haberme despertado hace poco.

-Buenos días también para ti Jean-

-Buenos días, hoy regresaremos más tarde, ya sabes el porque-

-Supongo que le has dicho a Mikasa, está embarazada así que necesita de ti-

-Le dejé el mensaje escrito...espero que lo vea-

-Será un largo día-

Las compuertas se abren y varios omegas vienen a despedirse de sus alfas, puedo ver a Mikasa correr hacia Jean, aún está desarreglada así que supongo que vino en cuanto vio el mensaje de Jean.

-Les he traído algo de comida, mamá te preparo algo a ti también Eren-

-Gracias, dile que traeré algo de carne buena para ella-

Patético, un alfa adulto comiendo aún lo que su madre prepara. Me alejo hacia la puerta sólo, esperando que se decidan a partir.

La caza es tranquila y con muy buena suerte, todos han logrado al menos conseguir un venado o varias liebres. Podremos sobrevivir con esto y con algo de nuestro ganado.

Cuando la noche cae sobre nosotros en nuestra marcha de regreso puedo ver las hojas de los árboles llenándose de rocío casi al punto de congelarse. Tal vez podría llevar a casa algunas flores.

Volvemos después de la medía noche y es como si todos hubiesen esperado por ellos, puedo ver a mi hermana limpiarle el rostro a Jean con un pequeño trapo y a lo lejos están mamá y papá esperando por mí.

-Debes estar hambriento cariño, preparé algo rico para ti-

-Es algo de noche, me gustaría ir a casa a descansar -

-Vamos Eren no es como si hubiera alguien esperándote -

El comentario de Jean hace callar al resto de personas, siempre ha sido estúpido cuando se tratan de estás cosas.

Papá lo mira como si quisiera arrancarle la cabeza tal y como lo hace Mikasa. Lamentablemente soy un cachorro a la vista de ambos, aún nadie porta mi marca y yo no porto la de mi omega.

-Está caliente aún así que tengan cuidado-

-Gracias mamá -

Cuando terminé mi plato decido que es hora de partir y le dejo a mi madre la mitad de lo que obtuve este día.

Dejo un beso en la frente de mi madre y camino a casa, sacudo mi ropa antes de entrar haciendo la misma rutina de siempre.

Al menos las flores darán un poco más de color durante estos días.

-Estoy en casa-

El silencio realmente me perfora el alma, subo las escaleras y abro aquella habitación en donde se encuentra la pequeña cuna, acomodo lo que se desordena durante los días con viento y salgo hacía mi habitación dónde la cama está desarreglada tal y como la dejé en la mañana.

Este invierno también será helado, espero tener la leña suficiente.