Capítulo 5: Eren

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Mi madre está feliz por la noticia, supongo que al ser omega entiende a Levi pero mi papá sigue gritándome que merezco un omega puro, sin marca solo para mí y sin ningún cachorro.

—¿Te gusta el, cariño?—

—Mentiría si digo que no, el prepara la mejor comida del mundo y deberías ver cómo cuida a su bebé—

—Entonces no le hagas caso a tu padre, mi bebé merece ser feliz—

Escucharla hace que mi corazón se tranquilice, le he avisado a Jean que mañana por la noche debe abrir las puertas para nuestro regreso.

Miento al decir que no tengo miedo, miedo de que su alfa nos descubra, miedo a que mis sentimientos cambien, miedo a que Levi no me diga realmente lo que siente.

—Eres muy afortunado Eren, sabes nuestras reglas, tradiciones y aún así lograste enamorarte, estaba tan preocupada de dejarte solo en el mundo—

—Solo espero hacerlo bien—

—Mamá está aquí para eso, pondremos linda tu casa, vamos a arreglarte un poco y prepararé algo de comer para ustedes—

—No es necesario, ya estoy limpiando yo—

—Hazle caso a tu madre, conozco tan bien a mis compañeros que puedo decir que tu Levi ni querrá llevar a su cachorro dentro hasta asegurarse de que todo esté en orden—

La noche me abraza como si se tratara de mi madre, a ella es a la que veo antes de ir en busca de mi compañero.

Llego a nuestro lugar acordado, llevaba esa linda capa de el día que lo vi por primera vez.

—¡Eren!—

Grita emocionado y yo bajo a su encuentro, lo recibo entre mis brazos y puedo sentir el pequeño bulto de mantas que es su cachorro.

—Ya estoy aquí, listo para llevarte a casa—

Aún en la obscuridad puedo observar su sonrisa, no me niego a sus caricias y dejo que nuestros labios se encuentren tan gustosos y ansiosos.

—Vamos a casa, Eren—

Con un pequeño esfuerzo logro subirlos al caballo. Yo iré a pie guiándonos de regreso.

—Creí que te habías arrepentido—

—Tuve miedo si pero no por eso me retrasé—

—¿Entonces que pasó?—

—Mi mamá está tan emocionada por conocerte que me tuvo todo el día limpiando para que estuvieras cómodo—

—¿Tan mal estaba?—

—Para nada pero ella no quería que por algo que no te gustara te fueras—

Giro para verlo y nuevamente está cubriendo su rostro con su pequeño, le susurra cosas de vez en cuando para calmarlo, el camino se ha hecho largo.

Llegamos a la puerta y Levi pide bajar, toco dos veces y es cuando veo a Jean acercarse a la orilla para verificar que sea yo, poco después la puerta se afloja y puedo empujarla con Levi caminando detrás de mi con mi caballo.

—¡A cuidarlo bien bombón que es algo idiota!—

Levi solo ríe y yo le muestro el dedo medio.

—Si que te aman Eren —

—Es el esposo de mi hermana, es así desde siempre—

—¿Cuál es nuestra casa?—

Que Levi diga nuestra hace que mi corazón se acelere, al fin hay un nosotros.

—Sigueme seguramente mi madre sigue ahí—

Caminamos un poco más atravesando el pueblo y justo cuando llegamos a la entrada mi mamá está frente a nosotros inspeccionando el rostro de Levi con ayuda de sus manos.

—Oh por dios¿puedo cargar a tu bebé?—

—Si cla...—

Antes de terminar la oración mi madre ya tenía al pequeño bebé en sus brazos mientras entraba a la casa.

—¿Te gusta esta casa? Tu abuelita la decoró solo para ustedes—

Los ojos de Levi se inundaron de lágrimas y solo pudo tocarse el pecho.

—¿Puedo decir que soy su abuela verdad? Digo estás ahora con mi hijo—

Cuando mi mamá volteo a nosotros pude ver su corazón siendo aplastado y solo abrió los brazos para Levi quien corrió a ellos.

—Eren prometió ser un buen padre así que usted claramente es su abuela—

Minutos más tarde llegó mi hermana junto a Jean cargando a su hijo y una bandeja con comida.

Nunca había tenido un ambiente tan familiar pero está vez sin mi padre.

—¿De dónde eres Levi? Eren dijo que solo vivías en el bosque—

—Yo soy de las montañas, mi pueblo está en el bosque pero en uno muy lejos de aquí—

—Tu familia ¿Saben de tu bebé? ¿Saben de Eren?—

—Lamentablemente ellos tal vez me den por muerto—

—¡Mikasa! Eso no se pregunta —

—Lo siento—

Después de eso la cena fue incomoda hasta que todos se retiraran.

—Lamento lo de mi familia y sus preguntas—

—No te preocupes, después de todo soy el novio de su cachorro—

—Espero que no te moleste mi inexperiencia—

—Puedo enseñarte algunas cosas—

—Supongo que si, por cierto debo mostrarte tu habitación—

—Creía que dormiríamos juntos—

—Si estás cómodo con eso podemos dormir juntos, también yo tenía una pequeña cuna, puede ocuparla Zhenya—

—Entonces vamos a dormir a Zhenya y luego vamos a la cama—

No pasó mucho tiempo para que el pequeño callera dormido y llevará a Levi conmigo como un par de recién casados.

—Es una cama hermosa, me dolerá destruirla para hacer mi nido—

—¿Quieres hacerlo aquí?—

—Me gustaría mucho compartirlo contigo alfa—

—Entonces toma todo lo que necesites, es todo tuyo—

Lo ví correr de un lado a otro, algunas plumas de las almohadas volaron por la habitación pero cuando pude observar mejor parecía casi como si eso fuera lo que le hacía falta a mi habitación. Todo eso sumando a Levi y esa hermosa sonrisa que me regalaba, claro que estaba orgulloso era un nido precioso.

—Ven aquí alfa—

Extendió sus brazos y yo me derretí en ellos, su calor y aroma de hacía estremecer.

—Eres un omega tan lindo—

La noche fue simplemente tranquila, dormí con Levi sobre mi pecho y en algunas ocasiones ambos nos levantamos para vigilar a Zhenya. Me felicitó muchas de esas ocasiones, presentarlo a todos en el pueblo sería el desafío de mañana pero todo estaba bien porque ahora éramos nosotros no estaríamos solos nunca más.

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Errores se corrigen después.

Nido vacío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora