𝐇𝐄'𝐒 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 𝐓𝐎𝐎 - 𝐌𝐈𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍

𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡

La puerta de la cocina se abrió nuevamente y lo único que se vió fue a Minho salir de ahí ignorando todo lo que pasaba a su alrededor, así que sus amigos ya tenían una idea de lo que sucedió dentro de esa habitación y no era nada bueno o al menos para su amigo.

Hyunjin se acercó a su pareja sosteniendo su cabeza con delicadeza y depositó un beso sobre su frente como una forma callada de despedirse, sea lo que haya sucedido en aquel lugar él no pensaba dejar a Minho solo y esa misma idea paso por la cabeza de Han. Ambos dejaron al grupo de "niños" en la sala mientras observaban como los tres mayores se perdían en las escaleras rumbo al segundo piso.

— Por lo visto todo salió bien.

Murmuró Felix con un gesto de desagrado en su rostro y tal como era costumbre, esa pequeña acción no había sido percibida por nadie en el lugar, ¿O si?

— ¿Estás seguro de querer hacerlo?

Preguntaba aquella hermosa alfa mientras veía a su pareja pasear de un lado a otro por la habitación. Había terminado una llamada con el mayor de sus hijos y lo que mencionó le quitó todo el buen humor que tenía.

— Más que seguro, te dije que lo del curso de piano era el último capricho que le pasamos a Felix, ya lo intentamos a tu forma, ahora toca corregirlo a la mía.

La tensión en la habitación era palpable, rara vez su esposo dejaba salir todo ese olor lleno de frustración y molestia, en especial por lo sensible que solía ser su esposa en ese aspecto. Con un poco de cautela pudo levantarse de la cama para acercarse a él, pasó las manos por los hombros ajenos dando un pequeño apretón buscando que se relajara un poco.

— Tranquilo, nunu. Te hace daño que te pongas así...

Házle caso a tu esposa, idiota.
No quiero que terminemos en el hospital de nuevo.

Tú cállate, ¿crees que no intento calmarme?

Pues no lo parece.
Te dije que vigilaras al mocoso cuando comenzó a comportarse de esa forma.

Creí que se le pasaría con el tiempo.

Ya viste que no fue así.

Evitó responderle al fastidioso de su lobo, no quería tener que pensar en que momentos pudo haberle dicho algo al respecto y simplemente lo paso por alto, eso lo hacía sentir un pésimo padre. ¿Por qué tenía que pasar todo eso? Justo cuando su adorado Honnie comenzaba a ser social de nuevo, ¿por qué justo ahora que volvía a verlo seguro de si mismo?

Cerró los ojos por un instante, su respiración comenzó a controlarse y el aroma se perdía entre aquel dulce aroma a vainilla con sándalo, no se había dado cuenta cuando su esposa se acercó a él hasta que su dulce aroma le lleno por completo. Abrió los ojos girando el cuerpo para poder verle, llevo la mano izquierda a la mejilla de esa hermosa mujer dejando pequeñas caricias sobre su tersa piel.