El valor de un omega.

El reencuentro 👶

Magnus no se daría por vencido así que volvió a llamarlo

Se sorprendió cuando contestó.

Mag-Hola queria saber como estabas-

Gabriel- hoy no es un buen día para mi

Mag- se que me porte como un idiota contigo pero quiero verte.

Gabriel- también quiero verte te necesito, deseo sentirte que me folles y me hagas olvidar del mundo

Mag- estas bien tu vos suena rara.

Gabriel- no quiero preguntas nos vemos o no

Mag- si te espero-

No tardo en llegar a su apartamento.

Cuando Magnus abrió la puerta lo primero que sintió fueron los labios de Alec atacar los suyos con urgencia necesitado.

Cerró la puerta confundido pero Alec no le dio tiempo a reaccionar

Volvió a besarlo con pasión llevándolo contra la pared.

Para quitarle la camisa de un tirón
Comenzó a besar su pecho y lamer la zona de su glándulas alfa en su cuello.

El olor de el omega lo volvía loco era fuerte y capaz de mandar su voluntad al diablo. Fue cuando lo entendió estaba en celo.

Magnus bajo las caricias de Alec que lo derretían tenía que tomar una decisión.

Dejarse llevar o por primera vez hacer lo correcto y detener al omega.

El rose de su piel desnuda lo volvia loco estaba en la cama con la mitad de sus cuerpos desnudos

Alec comenzó a bajar entre besos por su pecho sus labios, su lengua traviesa lo hacían delirar.

Sus manos comenzaron a desprender el pantalón de Magnus para quitarselo

Pero su alfa reaccionó mas rápido que el con un fuerte gruñido que estremeció al omega. Soltando sus feromonas para dormirlo

Su alfa abía decidido cuidar, proteger a su omega.

Como si supiera que estaba herido de muerte.

Mas allá de sus propios deseos.

Era algo que ni el propio Magnus entendió en ese momento.

Pero no era otra cosa más que un destinado cuidando de su destinado.

Percibiendo que no era sexo lo que realmente necesitaba.

Aunque le costo una buena ducha de agua fría para calmar su deseo.

Estaba bajo el agua de la ducha tratando de aclarar su mente.

Cuando sintió el gemido lastimero de el omega
Un gemido avisando a su alfa que lo necesitaba.

Ya no se trataba de sexo si no de un dolor que hizo que Magnus cerrara la llave de la ducha.
Se pusiera la bata y saliera casi sin pensarlo.

Alec estaba hecho una bolita y repetía me lo robaron, alfa me lo arrancaron, le falle no pude defenderlo.

Luego otra vez aquel gemido lastimero desgarrador para Mag

Tomo en sus brazos al omega lo llevo al baño lleno la bañera y lo baño como un niño pequeño para calmarlo.

El omega continuaba repitiendo me lo robaron,le falle mi cria su gemido era cada vez más lastimero

Para un alfa fallarle a su omega era imperdonable
Su deber era protegerlo sustentarlo para que nada le faltara.

Luego lo llevó a la cama mientras Alec seguía repitiendo- mi cría alfa- lo acurruco
como un niño.