El sexo o sexualidad de una persona puede ser tanto de goce propio como puede ser compartido con otra u otras personas, todo depende de que tipo de persona seas.
« We wanna talk about sex, but we're not allowed. »
Es la segunda vez en la semana que Izuku escucha aquella canción salir del departamento junto al suyo, ciertamente, es otro edificio. Es la misma canción, y no importa que esta sea la segunda noche. Esta se reproduce en un loop que puede saberse de memoria ya.
Con sus mirada en la oscura noche, esta se ve a través del vidrio de la puerta corrediza, puerta que lleva al balcón y al departamento junto al suyo. Las gotas de la lluvia aún están ahí, y se mezclan con las luces de la calle y carteles sobre edificios; estos iluminan su mono-ambiente oscuro y carente de luces encendidas. Lo que captan los ojos de Izuku es el leve humo poluleando por su balcón abierto al mundo, y este viene del departamento de al lado.
Separando y apartando la cortina blanca con relieve, Izuku pasa sus ojos por el cristal viendo más allá de este y las gotas de lluvia ya escasas. La música que se reproduce sin fin aparente sigue sonando, pero ahora más fuerte debido a su cercanía. Se permite ir más allá, husmear, meter su nariz donde no le corresponde y mirar a lo lejos del perímetro del balcón de su departamento al departamento a su lado.Un hombre de cabellos rubios está sentado en una banca alta, apoyando sus codos en una barra atornillado al balcón propio, y junto a su brazo hay un encendedor y una cajetilla de cigarrillos. El teléfono mínimamente encendido está entre los brazos de este por lo que Izuku puede llegar a ver, y entender que la música repetitiva sale de allí.
El sexo o la sexualidad de una persona no debe ser expuesta o puesta a flote de no ser el deseo de la misma, si el caso se presenta se tratará con la línea de respeto y/o libertad que esta te pueda llegar a dar.« Well, you may not like it but you better learn how 'cause it's your turn now. »
El traqueteo de la puerta corrediza se hace presente en la noche solitaria y no tan oscura. Izuku ahora puede ver el perfil de esa persona mientras se acerca a las barras de su balcón, hacia el límite que evita su caída a la muerte. Sus ojos vagan intentando ser discreto, pero la leve necesidad de meter su nariz donde no debe crece al ver cómo aquellos labios se presionan con el filtro del tabaco, inhalado a la par que sus ojos rojos miran a la nada misma, mientras una lágrima cae unilateralmente por la pálida mejilla.
La inquietud de una pregunta florece en su garganta. "¿Por qué estás llorando?" Izuku querría preguntar. Pero siente que el aliento propio no llega a sus pulmones. En su lugar, el que llega es el del ceniza con gusto a tabaco Red Point.
Es barato y soso entre los más conocidos por sí, no por que él fume, sino porque es conocimiento general en el mundo. Y eso hace de la escena frente a él más deprimente.– ¿Mal día? – inicia Izuku, miente si dice que no quiere meterse en la vida de esta persona.
– Malos. – corrige dando otra calada sin siquiera verlo.
– Hmm... – las esmeraldas deciden mirar también a algún punto de la distante calle principal frente ambos edificios. - A veces la oscuridad de la noche puede ser reconfortante.
El silencio en respuesta le hace saber que quizás está llegando muy lejos, y que el sonido de aquella canción repetida no es lo único que suele escuchar proviniendo del departamento de al lado. La música solo es el reemplazo de lo que alguna vez fueron gritos.
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𝐍𝐨𝐰 𝐲𝐨𝐮 𝐒𝐔𝐂𝐊! | 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 & 𝐈𝐳𝐤𝐮 𝐀𝐔.
Short StoryIzuku escucha la misma canción por segunda vez en su semana, pero vez ya difícil de recordar cuando preguntamos cuántas veces la ha escuchado. Hasta ahora, es un loop que proviene de su balcón, del edificio de al lado, del balcón junto al suyo. Sal...