12.

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Narrador Omnisciente:

—¿Ya terminaste? — pregunto por octava vez la amiga de la pelinegra a través del celular.

No hubo respuesta por lo que está hizo un sonido de desesperación nuevamente, la pelinegra se encontraba tan solo a la luz de una pequeña lámpara de noche, con unas cuantas hojas a su lado, un bolígrafo más su laptop.

Estaba tan concentrada que era impresionante su nivel de concentración.

—Ya termine, no quedo mal.. creo.

—Necesito verlo ¡ya! — exigió la chica

—Lo hice de dos maneras...

Fue cuestión de unos minutos cuando se oyó un grito de parte de la amiga que casi deja sorda a la otra.

Sin duda el resultado había sido lo bastante mente bueno para aquella reacción, o tal vez lo contrario..

—¿Esto es un reflejo de lo que sientes? Porque si es así, fuiste lo suficientemente madura para lograrlo y expresarlo de esta manera.

No respondio.

Aquel mini manual se lo había escrito para ella misma, su subconsciente se lo había escrito a sus sentimientos.

Su mente le estaba tratando de comunicar eso a su corazón.

Era como si su mente estuviera lo suficientemente consiente de todo y simplemente era ese mensaje para su corazón.

Y ella muy en el fondo lo sabía, esa, era la conversación de su cerebro pero, el corazón aún no estaba dispuesto a escuchar totalmente, de allí su silencio.

—Sigues confundida ¿Cierto?

—Ya no es confusión, es más ese sentimiento de que quiero dejarlo ir pero algo no me deja.

— Recuerda el último paso. Puedes intentarlo las veces que quieras, Coraline. Hasta que ya por fin lo dejes.

La chica se despidió y colgó dejando a la otra, totalmente sola y en silencio.

Asimilando absolutamente todo, viendo aquellas hojas, recordando lo, recordando esas cosas que le hubieran gustado saber antes.

Aquellas cosas que pusieron a ver cambiado el rumbo de las cosas, pero que no habían sucedido y ya no lo harían.

Había dudas.

Dudas que ya no serían respondidas jamás, y que probablemente era lo mejor.

Cerro su laptop y volteo aquellas hojas y se acercó a su ventana contemplado así la bella luna.

Cerro sus ojos y lo recordó una vez más.

Enseñame a dejarte ir. Déjame olvidarte, ya no estés en mis pensamientos y vete...

Susurró lo más bajo que pudo.

— Por algo no pasó, ambos lo sabemos a pesar de que esto era mutuo..., Vete.

Antes de abrir sus ojos, recordó su rostro una vez más, cada momento y nerviosismo que sintió junto a el.

Recordó absolutamente todo...

— Y si estábamos destinados nos veremos en otra vida... En otro momento y si no pasa, no era nuestro destino ser algo, estar juntos... Y es triste porqué siempre estará ese sentimiento por ti a pesar de todo...

Abrió los ojos los cuales ahora estaban en un tono cristalino y más claros de lo habitual, tomó su celular y pulso aquel botón que le costó oprimir durante mucho tiempo, y decidió borrar todo.

Sus fotos, conversiones, y absolutamente todo lo que tenía que ver con el. Como si ya lo hubiera superado.

Asimiló todo una última vez mientras se borraba todo, se habían convertido en dos conocidos que tiempo después tal vez se convertirían en desconocidos con simplemente recuerdos en común que solamente ellos conocían al igual que el sentimiento.

Sabía que no sería fácil olvidarlo, pero estaba segura que lo intentaría lo mejor posible.

No sabía si era amor o simplemente un gran cariño, pero si sabía que si se llegaban a reencontrar en otra vida, tal vez existiría un final feliz.

Lo que demostraría ante todo que si era amor y no un sentimiento pasajero..., Pero también estaba aquella otra opción.

Que era que tal vez solo había sido una buena coincidencia, y no se volverían a ver...

Y simplemente había sido una experiencia la cuál rompió su corazón...

Fin...🥀

¿Cómo curar un corazón roto? | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora