Después de un tiempo

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Cuando Sebas y empezamos a ser aún más cercanos desde su cumpleaños, nuestros amigos y familiares estaban un poco sorprendidos y empezaban a pensar que algo estaba pasando entre nosotros, pero al ver que no habíamos dicho nada ni habíamos dado algún anuncio sobre si teníamos alguna relación, nos dejaron en paz. Tuvieron que pasar 2 meses para que nos dejaran en paz, pero ¿Qué pasó en esos 2 meses? Bueno, pues...

Sebas y yo nos empezamos a conocer más, a ver aún más seguido, visitábamos la casa del otro para vernos o a veces nos veíamos en el parque para hacer ejercicio juntos o jugar juntos. También empezamos a tener un poco más de intimidad, y con eso no me refiero a sexo, me refiero a intimidad en el aspecto de que tenemos una ventaja por ser gays y de la misma altura: podemos prestarnos ropa, por lo que nos empezamos a prestar ropa uno al otro y la usábamos durante una semana o hasta que uno de los dos necesitara la prenda. Nuevamente, a la gente le pareció extraño, pero no nos importó.

Un día en mi departamento y en mi habitación, Sebas me estaba platicando de su antigua relación y resulta que fue con un chavo llamado Gael que es un año mayor que él y no lo dejaba tener amigos ni convivir con sus compañeros de la escuela, lo cual le parecía muy tóxico a Sebas y 3 meses después, decidió terminar la relación. Cuando me contó eso, me quedé sin palabras y lo único que pude hacer fue darle un abrazo y un beso en el cachete, él me respondió el gesto de la misma manera y nos quedamos abrazados durante un rato hasta que nos quedamos dormidos en mi cama jaja.

Esos meses con Sebastián fueron increíbles, pero yo quería algo más fuerte, por lo que un sábado 15 de octubre, lo invité a mi casa con el pretexto de que le iba a enseñar un nuevo videojuego que me había comprado. Él aceptó venir a mi departamento a las 5 de la tarde y me pidió si podía ser una pijamada en vez de una invitación de unas pocas horas, por lo que tuve que pedirle permiso a mis papás y ellos sin problemas aceptaron.

A las 5 llegó Sebastián puntual a mi departamento y lo llevé rápidamente a mi cuarto para enseñarle el supuesto videojuego, el cual le gustó y quiso jugarlo inmediatamente y ¿Quién soy yo para negarle una partida rápida? Así que tomamos los controles y la supuesta "partida rápida" fueron 3 horas de juego hasta que nos aburrimos. Después de eso, estuvimos leyendo el libro que tanto nos gustaba, ya era la tercera vez que lo leíamos juntos, pero por la compañía del otro, no nos aburría. Estuvimos leyendo hasta las 9 de la noche, cuando le dije que la verdadera razón por la que lo había invitado era para hablar con él sobre algo importante.

"¿Qué pasó?" - Me preguntó

Me quedé pensando por un momento las palabras que le iba a decir, tenía que se delicado y empático en la manera en la que se lo iba a decir.

"¿Recuerdas la vez que vimos la cartulina con las banderas?" - Le pregunté

"¡Claro! No hay manera de olvidar ese momento tan bonito" - Me dijo

"¿Recuerdas la primera vez que salimos al parque a leer el libro?"

"Obvio" - Me respondió

"¿Recuerdas la primera vez que dormimos juntos o la primera vez que nos prestamos una playera?"

"Claro que recuerdo todo eso. Creías que tu playera se me veía mejor a mí cuando en realidad te queda mejor a ti. Pero ¿Por qué me preguntas si me acuerdo de todo eso? Es obvio que me acuerdo, han sido momentos muy especiales en nuestra amistad"

"Porque para mí han sido los mejores momentos de mi vida" - Le dije con un tono cariñoso - "Pero quiero algo más fuerte y profundo que eso"

"¿Como qué?" - Me preguntó

Lo tomé de su mano derecha, la cual tenía apoyada en mi cama y la empecé a acariciar suavemente, lo vi directamente a los ojos, me fui acercando lentamente y con mi mano derecha le acaricié la mejilla izquierda, me acerqué más y le di un beso suave, cariñoso y duradero, me separé y lo vi nuevamente a los ojos con una sonrisa. Él estaba sorprendido y emocionado, me regresó la sonrisa, me abrazó rápidamente por la cintura y me besó con cariño, un poco de fuerza y un poco de pasión, parecía que estaba esperando ese beso desde el primer día en el que nos conocimos.

Diego & Sebastián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora