III

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Terminé de aplicarme el labial rosado carmesí y lo sellé juntando los labios una y otra vez. No solía utilizar demasiado maquillaje, pero hoy me quedé hasta la madrugrada jugando con Hobi y mi hermano al monopoly, el juego interminable, y tenía cara de muerta.

Recogí el material utilizado, así como el montón de ropa que no pasó el proceso de selección para el outfit de hoy y salí de de mi habitación para ver a mi hermano.

— Kookie, te voy avisando de que como se te ocurra simplemente asomar la cara de conejo que tienes te asesino— Le amenacé apenas entré en la estancia de la cocina, donde el menor se hallaba comiendo unos cereales inocentemente. Levantó las manos y juntó las muñecas, similando estar esposado, con cara de indignación.

—No pensaba hacer nada, además he quedado con Tae para estudiar.

—¿Estudiar? No te lo crees ni tú. Seguro que ya has planeado 6 formas distintas de cómo arruinarme el plan y humillarme delante de él.—Agarré una tostada y unté la mantequilla sin sal que estaba en la encimera.— Te lo digo en serio, esto es una oportunidad importante para mejorar mis notas y no puedes estar molestando hoy.

Le dí un bocado a la tostada mirándo inquisitivamente a mi hermano para que prometiera que no haría nada.

—Mira Iseul, voy a estar con Taehyung tranquilitos en mi habitación, no vamos a hacer ruido y no vamos a molestarte. De todas formas, papá llegará a casa dentro de poco, así que estaremos controlados.-- La sonrisa que formaron sus labios al terminar de decir esto no me reconfortó nada, de hecho al contrario, sabía que se traía algo entre manos.

—Como si papá no fuera un problema más.—Suspiré con solo pensar en mi querido padre revoloteando por la sala, haciendo como que no está poniendo la oreja en nuestras conversaciones e inventándose escusas baratas para poder seguir ahí.— Otro lío más del que me tendré que hacer cargo.

Engullí la improvisada merienda en dos bocados y desbloqueé el móvil para amenazar a mi padre por texto. Aunque le quería mucho, siempre que traía gente a casa se quedaba cotilleando e incordiando a mis invitados. Dios, aún recuerdo vívidamente la vergüenza que pasé cuando invité a mi primer novio a casa.

Sacudí la cabeza para borrar dicha visión y dejé el móvil en la encimera.

—Bueno, vamos a ocupar la cocina, así que limpia bien la mesa, que la has guarreado con tus cereales mugrientos.

Jungkook estiró su musculada pata para darme un golpe en la espinilla. De lleno.

—¡Desde cuándo tienes músculos! ¡Eres demasiado pequeño joder!—Me quejé, sujetando la espinilla afectada con ambas manos y dando saltitos a la pata coja.

—No sé, ¿desde que llevo llendo al gimnasio 2 meses, tal vez?— Recogió la taza que había utilizado, así como la caja de cereales que llevaba meses en la despensa.

—Dos meses es una basura, no te creas superior por levantar 20 kilos en banca— Repliqué, aún dolida por la patada.

—Bueno no soy yo el que se está quejando por el dolor.

Apoyé la pierna afectada y levanté las cejas en busca de que retirara lo dicho, pero el sujeto me miraba desafiante con una sonrisa burlona. Él se lo había buscado. Agarré velozmente un tupper de plástico que había por en medio y se lo lancé a la cara, el cual esquivó, Corrí detrás de él para montar una verdadera WWE, pero sonó el timbre justo cuando conseguí tirarle al suelo, a punto de matarme con él.

—Salvado por la campana Kookie. Cuando se vaya, te voy a arrancar las extremidades y sacarte los dientes de uno en uno. — Amenacé al pequeño, que asomaba su cabeza por el marco de su habitación.

Maths {Kim Namjoon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora