Luis es un chico introvertido, es con el único con el que pocas veces hablo, tiene un poco de los mismos gustos que yo, y le gustan mucho los superheroes.
Lo noté algo triste y preocupado, pero no quise preguntar y sólo me acerqué a saludarlo, por suerte sabía poco Chino.
-Ni hao, Luis.- lo saludé con mucho gusto.
-Hola, Odi. - no me había saludado de una forma muy agradable, así que sólo me voltee y deje de molestarlo, porque yo pensaba que eso hacia, ya que a los que saludaba normalmente me veían con cara de extraño.
La campana sonó. Y la maestra entró a él salón. Era algo vieja, pero se veía amigable.
La clase empezó como todas después de unas largas vacaciones de verano.
-Buenos Días chicos, espero y hayan disfrutado de sus vacaciones, el trabajo de hoy será que escriban alguna anécdota que hayan tenido en sus vacaciones.-
Todos estaban escribiendo y como yo no había salido de la ciudad, decidí escribir sobre la pesadilla horrible que tenía, y los desayunos que me hacía mi nana todos los días.
Al fin. Salida. Hora de ir a casa y dormir un rato, hacer tarea y los quehaceres. Sí, hago quehaceres, desde que mi nana sufrió una caída que casi la deja invalida. Esque está tan obsesionada con la limpieza, que se subía a una escalera y limpiaba cada telaraña que veía en las esquinas de él techo. Y un día la escalera no la soporto y cayó.
Extraño estar con mis padres, quisiera que no salieran tanto de viaje y se quedarán más tiempo conmigo, que cuando llegue de la escuela pueda abrazarlos y contarles como estuvo mi día en la escuela.