traducciones genshin impact x M!reader (pedidos abiertos!)

bottom! Tartaglia x Reader

pedido de : BetzabetAnaisGonzale

como seria despertar en un mundo desconocido, total y absolutamente perdido? Sin nada que pareciera interesante cerca de ti y lo más importante, estabas solo. No se oía ninguna voz, nadie gritando detrás de otra persona, ninguna de esas abuelas quejándose de sus hijos e hijas, ni siquiera esa maldita molesta vecina que nunca entendería lo que es 'privacidad'. No es nada.
Estabas completamente solo. El sonido del viento al pasar entre las hojas, seguramente los trinos de los pájaros eran lo único que llegaba a tus oídos, pero nada más. El silencio te estaba calmando, haciendo desaparecer toda la tensión mientras te sentabas en el suelo, mirando hacia el cielo. Todo parecía tan tranquilo y silencioso, por primera vez en tu vida, te sentiste en paz.
Tal vez te hubieras quedado dormido, si no fuera por alguien que gritaba desde lejos, rompiendo desafortunadamente la tranquila burbuja de soledad en la que estabas. La voz sonaba familiar, mientras que el paisaje no lo era, lo cual era sospechoso. Cuando te sentaste, tus ojos se abrieron, la persona frente a ti era más que familiar, un personaje de un juego que juegas, principalmente vestido con ropa roja y una diadema, con unas gafas. El Outrider, Amber de Genshin Impact. Y si ella estuvo aquí, significa que no estabas lejos de Mondstadt.
Reflexionas durante un rato, sin saber si era una buena idea presentarte en Mondstadt, especialmente si no sabías en qué parte de la historia te encontrabas actualmente. Y mientras asientes con la cabeza, te levantas y te quitas el polvo. pantalones antes de caminar en una dirección aleatoria, opuesta a la ciudad, con la esperanza de poder encontrar un campamento y recoger un arma y algo de comida. Sabías que no sobrevivirías si no tenías nada para defenderte ni ningún recurso.

Te tomó más o menos una semana estar completamente listo para moverte de esta zona, ya que querías estar preparado en caso de que te encuentres con enemigos más fuertes. Tuviste la suerte de pasar junto a algunos comerciantes y compraste un mapa, para que pudieras entender dónde estabas. Dichos comerciantes fueron lo suficientemente comprensivos como para decirle su ubicación actual y darle algo de beber gratis.
Con confianza, te diriges a Liyue, pasaron días antes de que lograras ver la parte superior de algunos edificios del puerto de Liyue. La ciudad era realmente magnífica, te alegrabas de haber llegado a la mitad del día, por lo que el sol estaba alto e hizo que todo brillara, cegándote temporalmente.

Mientras estás allí, en la entrada de la ciudad, admirando la vista, ignoras por completo a las personas que pasan a tu lado o a las que intentan hablar contigo. Es cierto que destacabas, tus rasgos de extranjero y tu altura llamaban la atención de la mayoría de los transeúntes. Por ahora, a excepción de Amber, no te encontraste con ningún personaje importante, y te alegraste. Tal vez fue lo mejor ya que podías decir que básicamente conocías el futuro, podías decir algo que se suponía que no debías y te estaba asustando.

Cuando ibas a alejarte, actuando como si no vieras a la mujer parada a tu lado tratando de llamar tu atención, sentiste como si alguien te estuviera mirando intensamente. Su mirada penetra en tu cuerpo, enviando un escalofrío por tu columna vertebral como si estuvieran tratando de matarte solo con sus ojos. Molesto, te das la vuelta, mirándolos pero te congelas en el lugar cuando te das cuenta de quién era, era difícil no reconocerlo.

Con el obvio cabello anaranjado desordenado y los apagados ojos azules encontrándose con los tuyos, estaba claro quién era. Lógicamente, debes actuar como si nada hubiera pasado, solo sonreír y marcharte, especialmente con alguien tan peligroso como él. Pero no sería divertido, y de todos modos era un sueño, ¿qué podría pasar?

Y él era el que estaba mirando en primer lugar, no fue tu culpa. Seguían mirándose el uno al otro, ninguno de los dos apartaba la mirada, su mirada se vuelve más y más fría, casi congelándote en el acto. Aburriéndote de este intercambio, no pudiste evitar sonreírle dulcemente, desviando la mirada para dejar que tu mirada lo observara de pies a cabeza, tratando de ponerlo nervioso. Y cuando finalmente te encuentras con sus ojos de nuevo, le ofreces una sonrisa antes de irte, la mujer desconocida de antes te sigue con ojos de cierva. Como si te preocuparas por ella.