•『 ✶ Ficción relativa ✶ 』•

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Una vez terminaron de comer, esperaron un rato a que baje la comida y luego, fueron acostarte.

Mañana debían asistir nuevamente a las grabaciones, ya no había ensayos, empezaron con las grabaciones y por ahora, iban avanzando bastante bien, tenían 6 capítulos completos y editados de la serie, faltaban 10, pero, todo aseguraba en dos o en un mes la serie estaría completa.

Los capítulos no llegaban a durar una hora, y gracias al equipo de edición todo era más dinámico.

Lo único es que los días de grabación se hacían eternos, había escenas que se tenían que repetir, había interrupciones o algunos fallos, aún así,  todo rondaba bien.

Entre los actores también rondaba todo bien, incluso con la tensión que había antes, la actuación era increíble.

Y ahora la ficción de la historia empeza a ser relativa, porque los sentimientos de aquellos personajes parecía cobrar vida en sus interpretantes.

─¿Puedo preguntar algo? ─cuestiona el mayor, acariciando su cabello.

─Decime.

─¿Cómo te diste cuenta de mi existencia?

─Un día te vi cuando entrabas, y luego, empece a verte casi todos los días.

─¿Y quedaste flechado por mí?

─Fue como amor a primera vista, me sentí atraído por vos, encima veía que te quedabas hasta tarde ayudando a tus compañeros a veces, y no sé, me cautivaste.

─Te fleche así de una, y eso que en pre-debut no era tan lindo como ahora.

─Siempre fuiste lindo ─asegura Jisung, evitando la mirada de Minho.

El cantante sonríe y lo agarra del mentón, para hacer que lo miré.

─Mírame cuando me hablas.

─¿Y si no quiero? ─desafía Jisung.

─Entonces no hables, me gusta que me digan las cosas mirándome a los ojos.

─Siempre fuiste lindo ─repite el menor sin quitar su mirada.

Minho acerca un poco su rostro al del Jisung y dice;

─Quiero besarte.

─¿Qué te detiene?

─Tenes que darme tu consentimiento, lin...

Y antes de poder terminar aquella palabra, tenía a los labios de Jisung sobre los suyos.

Un beso y dos corazones latiendo en sintonía, una habitación con dos querientes, una cama que era testigo de este beso, de un beso fuera de sus papeles, de un beso dulce y lleno de calidez, porque de a poco, el amor empezaba a aparecer.

─Sos hermoso ─le susurra Minho entre el beso, sacándole una sonrisa tímida a Jisung.

El mayor le muerde el labio inferior, y tras unos pequeños besos más, dejan sus frentes unidas, y sus ojos cerrados, dejando a sus corazones sentir.

Abrieron sus ojos en sintonía y una sonrisa se les dibujo en el rostro.

─Que lindo sos, che ─dice Minho, agarrando entre sus manos el rostro de Jisung y comenzando con otro beso.

Y así, entre besos y algunos toqueteos en algún momento de la noche quedaron dormidos, despertando al otro día por la alarma.

Jisung se despertó primero, pero, Minho fue quién se levantó antes, ya que, el menor lo desperto para que vaya a hacer el desayuno.