Y todo volvió a la normalidad en los dormitorios de ENHYPEN... o casi. Cuando los problemáticos regresaron con un aire todavía extraño entre ellos, pero más calmados, no dijeron mucho, y nadie preguntó.
Jay tuvo un ataque de risa cuando Sunghoon le pidió disculpas, mientras Ni-ki le susurraba al oído las razones de tal pedido de perdón. De algún modo la risa de Jongseong, la expresión de fastidio de Riki y el estoicismo del tercero para paliar su humillación... Sí, aquello se sentía mucho más familiar.
Los días siguientes no tuvieron nada de especial. El japonés seguía particularmente cariñoso con el estadounidense, que correspondía pese a saber que era puro teatro. Sunghoon, por su parte, intentaba acercamientos discretos con el más alto, pero aparentemente era absolutamente torpe en ese tipo de cosas (el menor lo hallaba tierno, pero jamás lo admitiría en voz alta).
"O sea que, luego de tu ridícula confesión, que el admitiera que también le gustas y lo besaras patéticamente... no hablaron, no hiciste nada otra vez; y no solo no le pediste salir o que fuese tu novio, ¡ni siquiera se te cayó la idea de tener una cita bonita!".
Ese había sido el sermón de K cuando lo llamó para actualizarle el chisme. Y aunque trató de excusarse sobre todo diciendo que Ni-ki no parecía del tipo romántico, el mayor volvió a tratarle de cobarde, diciéndole que su chico no lo esperaría toda la vida.
Eran las tres, todos dormían, y las bolas de papel se amontonaban sobre la cama de Sunghoon. ¿Era tan difícil planear una cita perfecta? ¡Hasta estaba usando papel y lápiz, a la manera tradicional! Ahogó un pequeño grito de frustración contra su almohada.
—Hyung, ¿está bien? —la voz adormilada de Sunoo vino desde la puerta, sus ojitos curiosos pero con algo de timidez por haber abierto (una rendija) sin tocar.
—Ah, no es nada. Vuelve a dormir, Sun...
—¿Seguro?—el menor se atrevió a dar un paso dentro, viendo los bollos de papel y sintiéndose más curioso—. Hoonie hyung, ¿hay algo en lo que pueda ayudarlo?
Sunghoon volvió a soltar un quejido de frustración, necesitaba asesoramiento. Palmeó la parte vacía de la cama para invitar al menor a sentarse.
—Estoy tratando de planear una cita con el chico que me gusta. Pero no tengo ni idea cómo se hace eso.
Sunoo contuvo una sonrisa, no quería hacerle pensar que se burlaba de su predicamento. Le parecía tierno, de hecho.
—Hyung, solo debe pensar en las cosas que le gustan a esa persona —se encogió levemente de hombros—. Riki en realidad es un chico sencillo, un niño en muchas cosas, y creo que estaría feliz incluso si solo le invita un helado. No tiene que ser algo muy elaborado, lo importante es el gesto, que lo haya hecho pensando en él y con la intención de pasar un buen momento juntos. Eso es lo fundamental.
El mayor se veía en una lucha interna, asimilando sus palabras.
—Un helado, ¿eh?
Sunoo finalmente rio, era gracioso que su hyung se tomara tan literal todo. Al parecer, realmente necesitaba un empujón para pensar mejor las cosas.
—También puede comprarle un plushie de un personaje que le guste, o llevarle a un arcade —rio de nuevo, un poco en broma y un poco en serio—. No se complique, hyung. Ni-ki sabe que a usted le es difícil expresar sus sentimientos, por lo que va a valorar lo que haga —se puso de pie—. Vuelvo a la cama. Descanse, hyung. Fighting! —alzó un brazo en señal de ánimo y dejó al mayor solo con su alma, pero mucho más orientado y determinado que antes.
A la mañana siguiente Sunghoon se levantó, dándose una ducha primero para disimular su aspecto demacrado por no haber pegado un ojo en toda la noche. Al salir en busca del japonés lo encontró en la cocina desayunando. ¿Y por qué estaba sentado en el regazo de Jay, si había sillas suficientes? Tratando de controlar sus tontos celos le llamó al pasillo, tan casual como pudo.
—Riki, ¿puedo hablar contigo un momento?
El menor fue a su encuentro, pero el coreano estaba tan nervioso que se atropellaba con las palabras. Ni-ki primero se mostró confundido, luego divertido y terminó estallando en carcajadas.
—Déjame ver si entiendo: me estás invitando a pasar el rato en el centro comercial, y te pones todo nervioso porque lo sientes como--- un momento. ¿El Koori no Ouji quiere tener una cita conmigo?
Las mejillas del mayor ardían intensamente cuando asintió con énfasis, y el menor cambió su expresión burlona por una sonrisa radiante de alegría genuina.
—Iré a cambiarme, hyung. Tú ponte bonito para mí. —le guiñó un ojo, yendo casi a saltitos a su cuarto—. ¡Sunoo, a mi habitación, ya!
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...
... no tengo idea cómo poder disculparme.
MIL PERDONES. De verdad, chiquis, siento mucho haberme tardado meses en esto. Merezco que me apaleen, sobre todo porque esta parte la escribí apenas tuvo dos votos, pero no la subí, y mañana, y mañana, y mañana... No puedo prometer que no volveré a hacerlo, a veces soy muy inestable emocionalmente y eso repercute mucho en mis ganas de interactuar en todo sentido.
A lo que sí me comprometo es a no abandonar esto, ahora que estoy de vacaciones, espero poder publicar la segunda parte (spoiler: male sal xD) antes de fin de año, y ahí quedaría un extra más y si sería en final definitivo o algo por el estilo, ah.
Pese a todo, no saben lo felices que me han hecho las estrellas, comentarios, subidas a listas de lectura y, en sí, las vistas y quienes la han añadido a biblioteca. ¡Les amo! Ahora me daré una vueltita por si tengo comentarios sin responder, ¡pero los he leído todos!
De verdad, perdón, de nuevo. Y desde ya, ¡muchas gracias por leer! ♡
¡Ah, por cierto! Koori no Ouji quiere decir, literalmente "príncipe de hielo", donde "ouji" es príncipe y sí, los japoneses escriben al revés (?). ¡Uso expresiones en ese idioma en mi vida diaria, no esperen que no aproveche la nacionalidad de Riki para usar frasecitas! xD
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Given-Taken [SungKi/HoonKi]
Fanfiction𝘈 𝘚𝘶𝘯𝘨𝘏𝘰𝘰𝘯 𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘕𝘪-𝘬𝘪. 𝘏𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘢𝘩𝘪́, 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘯𝘰𝘳𝘮𝘢𝘭, 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘢𝘵𝘳𝘦𝘷𝘦 𝘢 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘳𝘭𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘢, 𝘭𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦. 𝘖, 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘴, 𝘢𝘴𝘪́ 𝘦𝘳𝘢 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘯𝘢 "𝘢𝘮𝘦𝘯𝘢𝘻...