El héroe errado

Quien con fuego juega....

Acciones/ estados
Diálogos (personajes): Buenas
**pensamientos (personajes)**
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Ocho meses.

Ocho meses desde que vio por última vez la luz del sol, desde que pudo estar con su madre y amigos, desde que la gente que juró proteger le dio la espalda y su tortura por parte de su nemesis comenzó.

Nuestro protagonista se encontraba entre esas cuatro paredes que tanto dolor le habían proporcionado, su mirada no se centraba en ningún punto de la habitación. En su cabeza solo se reproducían los buenos momentos que pasó con sus amigos y seres queridos, siendo lo único que lo mantenía cuerdo junto las charlas que tiene con Karsh, mientras esperaba la llegada de su torturador para empezar con otra larga sesión de sufrimiento y experiencias cercanas a la muerte.

A su lado se encontraba una fuente con un bollo de pan y un vaso de agua, la comida que ha estado recibiendo durante su estadía en ese infierno, si es que se acordaban de dársela claro está; la verdad es que no encontraba las ganas de comer algo, no después de lo que su torturador le hizo en su última visita.

Y hablando del rey de Roma.

Una especie de lodo se hizo presente dentro de la celda de nuestro peliverde, cosa que ya no sorprendía a este, y de este salía la desagradable figura del Símbolo del Mal, el cual portaba una sonrisa alegre en su rostro.

Eso era una mala señal.

AFO: Hola Midoriya (no recibe respuesta). Vamos, vamos, esa no es manera de recibir a una visita ( le pega un puñetazo en el estómago con un quirk de fuerza) y menos cuando esta trae excelentes noticias.

Izuku: Lo serán para ti (Tose sangre por la fuerza del golpe).

AFO: Por supuesto, pero antes de decirtela ¿porqué no me cuentas cómo te ha ido últimamente? ¿Algún amiguito nuevo que hayas hecho? (Con burla)

Izuku: ¿Amigo? Claro que sí, mira a tu alrededor, estamos rodeados por ellos (decía con sarcasmo).

AFO: No te pases de listo chiquillo (le rompe una pierna a nuestro protagonista de una patada) ¿O te has olvidado de la situación en la que estás?

Izuku: (sin inmutarse o mostrar algún signo de dolor) claro que no lo he olvidado, te has asegurado de recordarmelo todos los días (dando una mirada molesta al villano)

AFO: Cierto, cierto (condescendientemente). Pero ese tonito me ha molestado, así que ya sabes lo que toca.

Tras eso, el villano se dedicó a torturar al muchacho durante horas, sin parar o bajar de intensidad.

AFO: Bien, (se detiene) con esto será suficiente, por ahora. Ahora (sonríe de manera sádica) ¿listo para esa noticia que te iba a dar?

Sin embargo, Izuku no responde, solo mantenía la mirada hacia el villano mientras que sus manos estaban clavadas a la pared por culpa de unas cuchillas que el villano usó para cortar al peliverde.

Este había dejado al peliverde con numerosos cortes, quemaduras y agujeros por todo su cuerpo; su ojo derecho había sido arrancado junto la carne que lo rodeaba, dejando parte de su cráneo expuesto; su brazo izquierdo fue doblado numerosas veces y en distintos ángulos, imposibilitando que este lo pueda mover y la sangre no paraba de manchar el suelo debajo de él.