2; Rogers

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Tony atravesó la puerta y dejó su chamarra en el sofá, sonrió y caminó hasta su habitación; iba a empacar.
Metió su ropa en una maleta color rojo oscuro con toques azules. La cerró y cuando estaba a punto de encaminarse a cerrar su armario escuchó el sonido de la puerta abriéndose.

—¡¿Steve?! —exclamó Tony del sobresalto.

—Hola... —Steve sonrió— Disculpa, no quería asustarte.

—Está bien —dijo Tony echando la mano hacia atrás indicando que no le daría importancia— ¿Qué ocurre?

—Me quería disculpar. Por lo de...

—Sí, ya sé —respondió Stark cortante—. Hoy sí estás de humor...

Steve asomó la cabeza intentando ver por el hombro de Tony; este permaneció en su lugar sin moverse un centímetro.
Steve suspiró y miró a Tony a los ojos.

—¿Te irás?

—No es de tu incumbencia, Rogers.

—Claro que sí, he venido porque hemos detectado una forma no terrícola fuera de la atmósfera, no es capaz de verse...

—Nightmare... —susurró Tony para sí.

—¿Quién?

—Nadie... —dijo tragando saliva.

—Tony, te voy a pedir que si sabes algo de eso nos ayud...

—No sé nada —interrumpió con voz autoritaria—. No te diría nada aún así.

—Tony —aseveró Steve—, este no es un problema personal, es por la tierra —recalcó la última palabra.

Tony golpeó con el hombro a Steve, no por accidente. El rubio sonrió por lo bajo y miró a Tony a través de las cejas.

—No harás nada escapando.

El multimillonario no soportó más la manera en la que se estaba comportando Rogers, se acercó y lo golpeó en la mejilla, el otro ni se inmutó.

—Yo no soy un asesino.

Terminó, Tony caminó hasta la salida y se encaminó hasta el santuario a paso rápido.

Stephen se encontraba arreglando una habitación para recibir a su nuevo compañero, pero algo lo perturbaba constantemente: su atracción.
Había notado en Tony una vibra realmente extraña, sentía que algo había ahí, como dos imanes. Intentaba ignorar este hecho pero era difícil últimamente. Desde que lo incitó a vivir con él había estado pensando más en el tema.
Sonrió y se dijo a sí mismo "Solo es algo tonto, debe ser su reactor". 
Cerró los ojos y rio, en serio deseaba en su interior que Tony se mudara a su lado. Aún no lo conocía, no sabía nada de él, pero la sensación de querer tenerlo a su lado era impotente, anhelaba con todas sus fuerzas tener un compañero, en esos momentos ni siquiera pensó en Wong, y poder hacer cosas como lo harían los amigos cosa que, a excepción del otro hechicero, no tenía y tampoco tuvo.

No hay opción || IronStrange Donde viven las historias. Descúbrelo ahora